*Los servicios siguen siendo económicos y hay para todas las posibilidades.
De la corresponsalía
Acapulco, Guerrero.-A pesar de los hechos violentos entre fuerzas de seguridad y presuntos delincuentes 72 horas antes de las vacaciones y de los bloqueos de casetas de cobro en la Autopista del Sol, este balneario registró una de las mejores afluencias de turistas en muchos años.
Los paseantes abarrotaron los hoteles de las áreas de lujo y las ocupadas por familias de clases medias, y de acuerdo con la Secretaría de Turismo, en la Semana Santa la ocupación hotelera llegó al ciento por ciento.
La incomparable belleza natural de la ciudad y puerto, el fácil acceso desde la Zona Metropolitana del Valle de México y las tarifas de hoteles al alcance de familias de todos los niveles de ingresos se impusieron a los problemas de violencia entre grupos delictivos y al riesgo de quedarse varado en la carretera por los cierres de la autopista de cuota por parte de diversos grupos sociales y la CNTE.
El alto número de turistas fue notorio en todas las playas de este destino turístico, y en las calles, principalmente en la Costera Miguel Alemán Valdés, la circulación fue problemática por la presencia de muchos vehículos con placas de la Ciudad de México y de la entidad mexiquense.
La dependencia del ramo dio a conocer que lo mismo ocurrió en Ixtapa-Zihuatanejo y Taxco, los otros dos sitios visitados por decenas de miles en las temporadas vacacionales.
No obstante, las autoridades de turismo sólo miden la afluencia registrada por los establecimientos hoteleros formales, y no pueden calcular el número de turistas alojados en casas rentadas a particulares.
Esta oferta de hospedaje puede considerarse informal, pero ha crecido mucho en los últimos años, por los problemas económicos, ante los cuales los turistas optan por llegar a habitaciones que se rentan mucho más baratas.
Otra ventaja que ofrece Acapulco es que también los visitantes tienen oferta de alimentación de acuerdo a su capacidad económica, y se trata de comida de buena calidad, según un recorrido del “El Espectador”.
Se encontró que los restaurantes de gran lujo, para familias de altos ingresos tienen platillos, especialmente de langostas gigantes, con precios superiores a los mil pesos, pero también se detectaron lugares en los cuales la comida corrida, que incluía pescado, costaba 75 pesos.
Uno y otro tipo de expendios de comida estuvieron llenos en las vacaciones. Esto hace diferente a este puerto de otros balnearios lejanos de la capital del país, a los cuales sólo puede llegarse por vía área, con boletos caros y comida igualmente de altos precios.
La derrama económica fue importante, y según los dueños o encargados de establecimientos especializados en servicios al turismo, se espera que estas vacaciones de la Semana Mayor signifiquen el inicio de la recuperación de la afluencia de visitantes, como era en el pasado, pues un alto porcentaje de la población vive directa o indirectamente de los turistas.
