*Todas las naciones involucradas tienen derecho a su seguridad, incluyendo a Rusia.
De la redacción
A mas de ocho meses de la invasión rusa a Ucrania las potencias occidentales, especialmente las de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), con Estados Unidos a la cabeza, no dan muestras de interesarse por la paz, y más bien atizan el conflicto para obtener ganancias en su estratega geopolítica mundial.
En lugar de buscar una solución negociada, para terminar con la muerte de la población y soldados del país invasor y ponerle fin el sufrimiento de la población ucraniana y a la destrucción de infraestructura, entregan armamento fiado a Ucrania, para prolongar la guerra, advirtió Jorge Ernesto Saldaña Coria, académico y especialista en temas internacionales.
Los medios occidentales, explicó el oriundo de Naucalpan, “se difunde información abundante sobre la invasión, pero se oculta el fondo del problema: la intención de Estados Unidos de instalar armamento nuclear en la frontera rusa-ucraniana, para lo cual necesitaba que Volodimir Zelensky, un comediante tipo Eugenio Derbez, solicitara y obtuviera la incorporación de Ucrania a la OTAN”.
“Eso hubiera sido tanto como si México, mediante un convenio con Rusia permitiera que en Tijuana, Ciudad Juárez o Nuevo Laredo ésta instalara misiles con carga nuclear apuntando al territorio estadounidense: también nos invadiría Estados Unidos, por razones de seguridad”, recalcó.
La primera potencia económica, militar y tecnológica del plante ha invadido países, derrocado gobiernos y destruido, infraestructura productiva y tesoros culturales de milenios, como lo hizo en Irak, con el argumento de defender su seguridad, aunque los presuntos peligros estuvieran a más de diez mil kilómetros de su territorio, “lo cual da una idea cercana de lo que entienden las potencias por su seguridad, una concepción que no alcanzamos a comprender los ciudadanos comunes”, explicó.
Saldaña Coria destacó que es posible el fin de la guerra, si se negocia a partir de garantías de seguridad para Ucrania y Rusia y para las naciones de la OTAN, incluyendo al territorio estadounidense.
Eso debió hacerse antes de la invasión y se hubieran evitado todos los daños. No se hizo, ni se hace ahora, porque Estados Unidos le conviene la continuidad del conflicto armado, para que Rusia se desgaste, y por eso en lugar de promover negociaciones para la paz, le fían armas a Ucrania, que junto con Rusia son quienes ponen los muertos. “El país invadido terminará derruido en gran parte, empobrecido y excesivamente endeudado, por las armas que recibe y que debe pagar, en beneficio de la industria bélica, especialmente de los Estados Unidos, sin contar con la escasez y el encarecimiento de los alimentos y los energéticos en el mundo”, concluyó.
