*El domingo próximo la crisis económica puede beneficiar a la extrema derecha.
De la redacción
Los votantes argentinos tendrán el próximo domingo en sus manos decidir el rumbo de su país y optar entre el oficialista Sergio Massa, de “Unión por la Patria” y Javier Milei, un extremista de derecha, del Partido la Libertad Avanza, frente al cual en la primera vuelta la derechista Patricia Bullricha aparecía como comunista.
En la primera vuelta, las encuestas auguraban una contundente victoria de Milei, inclusive consideraban viable su triunfo definitivo, para lo cual necesitaba obtener más del 45 por ciento de la votación total o más del 40 por ciento, con una ventaja de al menos 10 puntos porcentuales sobre el segundo lugar.
Al extremista de derecha le atribuían una intención del voto superior al 50 por ciento, pero al final fue derrotado por Massa y relegado al segundo lugar, con menos de 30 por ciento de los sufragios, por más de 36 del oficialista.
Otra vez para el próximo domingo las encuestas colocan a Milei como favorito, especialmente porque se considera que los derechistas seguidores Bullricha se volcarán a favor del personaje que ofrece un gobierno más neoliberal que el aplicado por Pinochet en Chile.
Milei ofrece suprimir los programas sociales, dolarizar la economía de su país, suprimir ministerios, como medidas para abatir la inflación que alcanza el 140 por ciento y ocasionó la pobreza del 40 por ciento de la población.
La propaganda del extremista de derecha atribuye estos problemas al mal desempeño del gobierno izquierdista de Alberto Fernández, de quien Massa fue ministro de finanzas durante casi dos años.
Por su parte, las corrientes peronistas que respaldan a Massa sostienen que la crisis estalló por la mala administración del derechista Mauricio Macri, quien sobreendeudó a la nación y generó las condiciones para los problemas económicos y sociales del momento; es decir, la extrema derecha habría ocasionado la crisis, que aprovecha para desprestigiar al candidato oficialista.
En estas condiciones la victoria oficialista dependerá de que la derecha moderada no respalde a Milei, cuyo triunfo consideran analistas políticos argentinos un “salto al vacío”, aunque los partidarios de Massa sostienen que sería un salto al agravamiento de los actuales problemas y una mayor división del país.
Los grandes medios informativos hacen campaña abierta contra Massa y a favor de Milei, como lo han hecho siempre desde que Argentina dejó atrás la dictadura militar a principios de los años ochenta del siglo pasado.
El domingo por la noche se conocerá el resultado y el posible futuro inmediato y mediato de la población; sobre todo, de los sectores empobrecidos, entre cuyos integrantes hay muchos que están dispuestos a votar por la extrema derecha.
