*La explicación a su permanencia en la selección está fuera de las canchas.
De la redacción
El portero de la selección mexicana, Guilermo Ochoa, conocido como “Memo Ochoa”, estableció dos récords difíciles de igualar: tres equipos de ligas europeas cuyos marcos defendió, descendieron de la primera a la segunda división; y, en las temporadas correspondientes a su descenso, el mexicano fue el guardameta más goleado de sus respectivos torneos.
La semana pasada, el viernes, el equipo Salernitana perdió su partido por 3 a 1 frente al Frosinone, con quien disputaba la permanencia en la primera división italiana. En descargo de Ochoa debe decirse que no jugó y que no salió a la banca ni como suplente, por sus malas actuaciones. El descenso de su equipo ocurrió a 4 fechas de terminar el torneo de la liga italiana. La desventaja en punto es tan grande que, aun cuando gane esos 12 puntos, ya no le permitirían seguir en la Serie A y debe bajar a la B.
Antes de lo de la Salernitana, Guillermo Ochoa había descendido ya al Ajjacio, de Francia, y al Granada, de España. Su récord negativo incluye a tres clubes de igual número de importantes ligas europeas: Francia, Italia y España, y lo convierte en una especie de “Rey Midas” del fútbol, pero al revés: todo lo que toca lo hunde.
En su peregrinar por las ligas europeas, junto con su desempeño en el fútbol mexicano, incluida la selección, también acumuló otra marca difícil de igualar para cualquier otro futuro guardameta en el mundo: tiene más de mil 100 goles recibidos, con algunas goleadas de hasta 8 tantos a cero. Ahora el morbo consiste en saber sí algún equipo de primera división de las ligas europeas se animará a contratarlo.
No se trata de hacer leña del árbol caído, sino de informar de algo que es noticioso. Como reporteros de deportes nos gustaría dar a conocer que Guillermo Ochoa fue declarado el mejor guardameta de la liga italiana y de todas las ligas europeas. Su caso es noticioso, aunque debe tomarse en cuenta la posibilidad de que las defensas de sus equipos descedidos pudieron ser muy malas y que no toda la culpa de recibir tantos goles ha sido enteramente de él. No debemos olvidar que de los porteros se recuerdan los goles que reciben, no lo que evitan.
