*El análisis detallada de los resultados electorales ofrece ángulos distintos al proceso.
De la redacción
(Primera parte)
Las elecciones legislativas locales y federales, y las de ayuntamientos arrojaron algunas particularidades, curiosas para los observadores mexiquenses, pero dolorosas para sus protagonistas. Es el caso de los comicios municipales en Tecámac,donde los electores evitaron que Aarón Urbina Bedolla acumulara su sexto mandato.
Por el contrario, en Villa Victoria, Mario Santana Carbajal ganó su quinta alcaldía, y ese municipio es el único de los 125 que no conoce la alternancia, mientras otros llevan ya 4 ó 5 cambios de color. Además, quedó como la única demarcación en la cual el Partido Revolucionario Institucional (PRI) jamás ha perdido. Entre diputaciones locales y alcaldías, Santana llegará en diciembre del 2027 a 24 años en esos cargos a partir de 1997, en una época de frecuentes cambios de partido en los municipios.
Está igualmente el caso de dos hermanos que serán diputados locales en la próxima Legislatura: Juan y Martín Zepeda Hernández, lo que nunca había ocurrido, que se recuerde. Ambos serán legisladores de representación proporcional por el Movimiento Ciudadano. El primero fue candidato a gobernador y es senador plurinominal. Ambas posiciones las ganó como militante del PRD, y después abandonó a ese partido, que ya perdió su registro nacional.
Entre los personajes derrotados figuraron Ellen Sue Bernal, diputada federal que buscaba reelegirse por Tecámac, en donde su padre Eduardo Bernal es influyente en el PRI; María Teresa Castell de Oro Palacios, del PAN, quien no pudo seguir en San Lázaro, al perder la elección frente a Mónica Angélica Álvarez Nemer, de Morena. También fue notorio el tropiezo de Karla Leticia Cortés Treviño, quien es esposa del ex gobernador Arturo Montiel Rojas.
De la misma forma fue claro el fracaso de Enrique Álvarez del Villar en la elección de senador. Fue aplastado por Higinio Martínez Miranda, de Morena. El panista fue dos veces alcalde de Huixquilucan y heredó la alcaldía a su esposa Romina Contreras, pero evidenció que no es político de dimensión estatal, sino más bien municipal. (Continuará)
