*La renta promedio de 2,600 vehículos será de 1.25 millones de pesos.
GABRIEL L. VILLALTA
(Primera parte)
La renta de vehículos para el servicio público, una de las modalidades de saqueo del erario público durante 30 años de gobiernos neoliberales, está vigente y generalizada en el gobierno estatal y los ayuntamientos más poblados de la entidad.
De acuerdo con un análisis de “El Espectador” a la información oficial sobre la licitación para adjudicar contratos de renta de 2 mil 600 automotores, por un monto total de 3 mil 251 millones de pesos en 4 años (48 meses), por el pago de renta de una ambulancia saldrán de la tesorería estatal 6 millones 910 mil pesos.
Aparte del gran negocio para las empresas prestadoras de este servicio y de una sangría para las finanzas públicas de aquí al 2028, al terminarse los contratos las unidades serán devueltas a las empresas propietarias. Y si el Poder Ejecutivo quiere seguir contando con los vehículos, deberá firmar otro contrato, o quedarse sin patrullas y ambulancias.
Malos asesores financieros o tráfico de influencia en favor de intereses económicos privados condujeron a tomar la decisión de recurrir a la renta de vehículos, en lugar de adquirirlos en compra consolidada, a precios accesibles y disponer de unidades propias. Convendría más a las autoridades estatales contraer deudas que pagar estos altos montos de rentas.
Un ejemplo claro de lo que significarán para 4 presupuestos anuales del gobierno mexiquense lo constituyen los alquileres de ambulancias: 6 millones 910 mil por vehículo. Y por cada cuatrimoto para la policía estatal pagará 943 mil pesos, y después de 4 años, se regresarán a las empresas arrendadoras, al menos que además de rentarlas durante 48 meses, las adquieran y paguen por ello; es decir, que acaben finalmente comprándolas, como convenía desde un principio.
En su momento, el presidente Andrés Manuel López Obrador, y ahora la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo han considerado las rentas de vehículos como una modalidad legalizada de saqueo del erario por amigos de los poderosos.
Martín Batres Guadarrama, director general del ISSSTE, reveló que durante los gobiernos neoliberales la renta de ambulancias, equipo de laboratorio, rayos X, imagenología, pero especialmente de ambulancias, camillas y hasta sillas de ruedas, fue la forma preferida para el saqueo por particulares y funcionarios corruptos, que condujeron a las ruinas al organismo, ahora en proceso de rescate.
Así, mientras en el gobierno federal se están reestatizando las instituciones y erradicando los negocios particulares que no tienen razón de existir, en el Estado de México las autoridades morenistas mantienen las prácticas del neoliberalismo.
Los compras consolidadas de medicamentos permiten ahorros en precios, por los grandes volúmenes y partidas presupuestales que se involucran, lo cual aplica también en la renta de servicios que representan altos montos de dinero, incluyendo el alquiler de vehículos, pero en este caso las rentas se elevaron y en 4 años los bienes rentados serán pagados tres veces, y no serán propiedad del gobierno estatal.
