*En todas las ciudades mexiquenses existe el mismo problema, incluyendo Toluca.
De la redacción
Ante la indiferencia y desinterés de las autoridades de la materia para proteger a los usuarios, los taxistas abusan en las ciudades mexiquenses, comenzando por la propia capital del Estado, de acuerdo con una investigación de “El Espectador”.
El secretario de Movilidad, Daniel Sibaja, es criticado por sus compañeros de Morena, pero como parte de la pugna entre grupos, no por su desempeño y mucho menos por su reticencia a tocar a los intereses gansteriles que se mueven en el transporte de pasajeros.
No hay o no se difunden las tarifas para el servicio de taxis, por lo cual abusan en el cobro. En Toluca la tarifa mínima fijada para dejadas de corta distancia, no por las autoridades, sino por los propios choferes ha ido aumentando.
De los 40 pesos de principio del año pasado en estos momentos está entre 50 y 60 pesos, y algunos taxistas más abusadores, exigen 70 pesos por el traslado de unos 3 kilómetros o menos.
En el transporte de pasajero la irregularidad, abusos, arbitrariedades e impunidad es el pan de todos los días. El transporte irregular, que en realidad debe decírsele ilegal, incluye más unidades de autobuses, taxis, combis y otras modalidades que las que cuentan con concesión actualizada.
Personajes políticos, especialmente del PRI y Morena y están involucrados en la protección al transporte ilegal, que deja ganancias ilícitas millonarias a los líderes, por lo cual no les interesa y bloquean los esfuerzos gubernamentales por reordenar la actividad en todo el territorio estatal.
La gobernador Delfina Gómez Álvarez autorizó a principios del año pasado un programa subsidiado de regularización del transporte. El sacrificio fiscal iba alcanzar los 7 mil millones de pesos. El plazo para aprovechar la subvención venció y se le otorgó una prórroga, pero ni de gratis quiso la mayoría de los transportistas incorporar sus unidades al marco legal aplicable.
En este escenario ocurren los abusos en el cobro del servicio de taxis, sin que ninguna autoridad intervenga en favor de la población, que está indefensa y paga mucho cuando necesita un servicio de taxis.
Los altos cobros del servicio de taxis del sistema de plataformas digitales fue la justificación para el abuso del transporte de taxis concesionados, quines cobran lo mismo que las plataformas digitales, cuyas empresas explotan por igual al pasaje y a los conductores, porque les cobran por servir de enlace con los usuarios, y no tienen activos: pura ganancia.
Ese servicio encarecido alentó los abusos en el cobro del servicio de taxis tradicionales, que cobran, no de acuerdo a una tarifa oficial, sino de cómo se deje el cliente, ante la indiferencia la Secretaría de Movilidad, cuyos mandos están más preocupados y dedicados a defenderse de los ataques de sus correligionarios que en proteger a los usuarios de esta modalidad de transporte.