*Es el mismo caso de Román Revueltas, hijo del revolucionario José Revueltas.
De la redacción
La notoria fobia a la izquierda del consejero presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova Vianello, es criticada desde la izquierda, por sus antecedentes familiares, justamente destacados cuadros de esa corriente ideológica.
No obstante, no es el único caso; al contrario, son muchos más, aunque por no tratarse de personajes notables, no son objeto de atención por los analistas políticos.
Existe otro ejemplo de conversión a posiciones contrarias a las de sus padres, que pocos entienden, pero se le reconoce su derecho a pensar y actuar en sentido contrario a los de sus ascendientes: el de Román Revueltas Retes, el músico, director de orquestas, violinista y articulista, de acuerdo a información recaba por “El Espectador”.
El artista de 52 años escribe en el matutino “Milenio Diario, en donde critica con severidad todo cuanto tenga apariencia de izquierda, en una posición radicalmente contraria a la de su padre, el radical izquierdista José Revueltas.
Córdova Vianello es hijo igualmente de otro hombre de izquierda, el culto e ideólogo, escritor, académico, brillante ensayista, Arnoldo Córdova, preso político y riguroso especialista en temas de la Revolución Mexicana y regímenes políticos.
Su hijo, desde la presidencia del Instituto Nacional Electoral, asumió posiciones militantes a favor de la alianza PRI-PAN-PRD. Fue el mismo caso del consejero Ciro Murayama, pero éste era conocido desde hace tiempo por ser cercano a la ideología del PAN.
José Revueltas, el extraordinario novelista, ensayista, militante radical de izquierda desde los tiempos de la clandestinidad del Partido Comunista Mexicano (PCM), desde adolescente sufrió represión por sus ideas y lucha política.
Su radicalismo e independencia frente a las directrices internacionales del en esos tiempos Partido Comunista de la Unión Soviética le costaron su expulsión del PCM, pero siempre militó en la izquierda. Murió como cuadro de esa corriente ideológica.
Durante el movimiento estudiantil de 1968 fue capturado y recluido en la cárcel de Lecumberri, acusado de haber organizado la rebelión juvenil, a la que apoyó y en la que como maestro participó, pero sin ser el único organizador.
En prisión, mientras otros académicos también encarcelados renegaban de haberse involucrado en el movimiento, como era el caso de un tío de Carlos Salinas de Gortari, Revueltas decidió cargar con toda la responsabilidad, y pidió que cómo sólo él era el culpable, que liberaran a todos los demás presos políticos.
Ahora su hijo Román es crítico furibundo de la izquierda, en la cual su progenitor fue cuadro relevante y es reconocido y admirado no sólo por su novelas “Los muros de agua”, “El Luto Humano”, “El Apando” y su famoso ensayo “Un Proletariado sin Cabeza”, sino igualmente por su congruencia ideológica, honestidad e integridad moral revolucionaria.
