*Pese al gran despliegue y alcance, poca droga ha sido asegurada en estos sitios.
De la redacción
En los operativos “Atarraya” del 10 y 11 de este mes y 15 de diciembre del año pasado, fuerzas de seguridad estatales y federales detectaron y aseguraron 505 bares y “chelerías” que operaban ilegalmente en 51 municipios del Estado de México, tanto del norte como del sur, oriente, poniente, urbanos y rurales.
No obstante, a pesar del alto número de esos lugares clausurados, algunos de ellos cateados con órdenes de jueces, la droga decomisada es mínima. Los impresionantes despliegues de elementos de seguridad, que en los de este mes involucraron a dos mil 700 elementos, no encontraron grandes volúmenes de sustancias tóxicas prohibidas.
El alto número de expendios ilegales de bebidas alcohólicas, donde se vendían drogas e inducían a jóvenes a las adicciones, además de perpetrar la trata de personas con fines de explotación sexual, por otra parte, reflejan la ineptitud, indiferencia o protección de las autoridades municipales a las actividades delictivas.
Permitían el funcionamiento de estos centros de vicio, tal vez por la corrupción, pues vecinos de las colonias donde operaban los lugares clausurados denunciaban la situación, pero los cuerpos policiacos municipales que recorren las calles, inexplicablemente, no habían detectado estos 505 bares y”chelerías”.
No es irresponsable sostener que esos expendios clandestinos de bebidas embriagantes pagaban protección a funcionarios municipales corruptos para que los dejaran funcionar libremente. Las cosas habrían continuado igual, sin la decisión de los gobiernos estatal y federal de combatir la ilegalidad.
Ahora falta investigar y esclarecer los factores que han impedido decomisar grandes cantidades de droga en esos 505 sitios clausurados, pues además de alcohol, su negocio delictivo era la venta de todo tipo de estupefacientes, explotación de la prostitución, inducción de jóvenes a las drogas y el reclutamiento de integrantes para las bandas criminales.
