*Como jueces y magistrados que se fueron a paro, cobran completos sus salarios.
De la redacción
Como verdadera provocación al gobierno federal, maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) recurren a demostraciones violentas contra las autoridades federales, e incurren en actos tipificados como delitos.
Esgrimen que no les dan respuestas satisfactorias a un pliego petitorio claramente inatendible: un aumento salarial del ciento por ciento, cuando la inflación anualizada no llega al cuatro por ciento; es decir, piden veinticinco veces más.
De la misma forma, exigen la abrogación de la reforma de Felipe Calderón Hinojosa, que hace 18 años privatizó las pensiones de los servidores públicos federales y ahora coloca a este personal ante el riesgo de recibir pensiones por jubilación ligeramente superiores al 30 por ciento del último salario como trabajadores activos al servicio de instituciones públicas federales.
Ninguna de estas demandas pueden ser atendibles, porque sencillamente no hay presupuesto. En el primer caso, habría que aumentar el gasto educativo un ciento por ciento, cuando el presupuesto federal de este año se incrementó sólo 6 por ciento en relación con el de 2024.
Anunciaron que se irán a un paro nacional, lo que debieron hacer en el 2007, antes de que se aprobara la privatización del sistema pensionario de los servidores públicos federales, con Calderón, pero en ese entonces sus líderes no vieron problema alguno.
Como ocurrió con el paro ilegal con pago íntegro de salarios por más de tres meses de titulares de juzgados de distrito, magistrados de circuitos y empleados del Poder Judicial, para intentar frustrar la reforma a ese poder, que incorporó la elección directa de los juzgadores, ministras y ministros, también los paristas de la CNTE recibirán sus salarios completos.
Los juzgadores federales, considerados derechistas, también incurrieron en delito, como lo es el de obstrucción de la justicia, porque no resolvieron los casos que tenían bajo su responsabilidad, los maestros disidentes, que se dicen de izquierda, afectan al interés superior de la infancia y el derecho a la educación de sus alumnos, a pocas semanas del cierre de año escolar.
Claudia Sheinbaum Pardo anticipó que no se tomarán represalias contra los maestros, lo que los alienta a incurrir en actos que constituyen delitos, como cerrar vialidades y afectar a cientos de miles de personas en sus actividades diarias, sin contar con el descuido de la atención a los alumnos, por lo que cobran un salario, que ahora tampoco desquitan.
La semana pasada llegaron al extremo de bloquear las puertas de Palacio Nacional, con lo que de paso perjudicaron a los periodistas que acuden de lunes a viernes a las conferencias del pueblo que ofrece la mandataria Sheinbaum Pardo.
También cerraron las avenidas Paseo de la Reforma e Insurgentes, impidiéndole a conductores de vehículos ejercer su derecho a la libre circulación, y tenían planeado otros actos similares en otras vías de alta afluencia vehicular.
