*Malos servicios básicos y calles destrozadas, saldo de ediles reelectos.
De la redacción
Morena no postulará candidatos a reelegirse en el 2027, ni a quienes sean familias de quienes ocupan esos cargos. Esta limitación, junto con la prohibición de lujos, ostentación, uso de fondos públicos, recursos materiales, con fines políticos electorales, fueron aprobados en su Consejo Político Nacional del 4 de este mes, que impuso la obligación para cuadros y militantes de impulsar la austeridad republicana
Los insuficientes o deficientes servicios públicos -como el agua potable-, las vialidades, avenidas y calles destrozadas y llenas de baches, el caos en la circulación vehicular y la inseguridad pública son los argumentos más contundentes para suprimir de los estatutos las candidaturas a la reelección, pues prueban la falsedad de que con la continuidad en los cargos por más de un período mejoraba la eficacia.
La iniciativa de reforma electoral propuesta por la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo para evitar la reelección de senadores, diputados federales y locales y de miembros de los cabildos y el nepotismo, fue aprobada, pero para entrar en vigor en el 2030, no en el 2027, por presiones del PVEM, quien busca que el gobernador de Aguascalientes deje en manos de su esposa la gubernatura de ese pequeño estado.
Lo que quedó claro fue la destrucción del mito ese de que la reelección era socialmente útil, porque los gobiernos municipales adquirían experiencia y la aplicaban, para hacer buenos gobiernos, lo cual no ocurre, y de ello los municipios del Estado de México son el mejor ejemplo.
Desde la propia alianza en el poder maniobraron para que el nepotismo y la reelección siguiera tres años más, pero dejó en claro que urge recuperar el principio de “Sufragio efectivo, no reelección”, que enarboló don Francisco I. Madero contra la dictadura de Porfirio Díaz, y que encendió la mecha de la Revolución Mexicana en 1910, que obligó al dictador a dejar el cargo y el país.
El objetivo es evitar la reelección de senadores, diputados federales, legisladores locales y miembros de los ayuntamientos, prohibida hasta que en el 2014 el presidente Enrique Peña Nieto reformó la Constitución y permitió la reelección en esos cargos.
La otra modificación que impulsó la mandataria es la de prohibir igualmente esa especie de nepotismo electoral, consistente en la herencia de cargos a familiares de primer grado: de padres a hijos, de hijos a padres, de cónyuge a cónyuge, de hermanos a consanguíneos, como lo hizo el ahora senador Enrique Vargas del Villar en Huixquilucan, al dejar como relevo a su esposa Romina Contreras.
Lo mismo pretendió y logró de inicio María del Rosario Matías Esquivel, exalcaldesa de Santo Tomás, quien iba a entregarle el cargo a su esposo Pedro Luis Hernández Paz, entonces presidente del DIF municipal, pero problemas penales de ambos evitaron que se concretara ese traspaso del poder municipal. Ahora los dos están sometidos a proceso por presuntos vínculos con la “Familia Michoacana”.
Matías Esquivel no sólo iba a entregar el cargo, sino también las relaciones con ese grupo delictivo que se apoderó del sur del Estado de México y se extendía a las zonas urbanas de los valles de Toluca y México.
