*El resultado disgustó a los seguidores de la tricolor, pero no sorprendió demasiado.
De la redacción
Pasa el tiempo, cambia técnicos y la selección mexicana de futbol no mejora. La derrota ante Suiza, que no es potencia mundial en este deporte, evidenció los dos principales defectos del equipo nacional: no anota y su defensa es frágil. Pudo empatar y hasta ganar, pero falló frente al marco rival.
De la misma forma, la defensa dio grandes facilidades al seleccionado rival, lo cual se agravó por las fallas del portero Rangel, que no tuvo fuerza en las manos para desviar los balones que se convirtieron en gol. El seleccionado suizo tuvo menos llegadas, pero no falló cuatro de las pocas que tuvo; en cambio, los atacantes mexicanos sólo anotaron dos, pese a tener más oportunidades desperdiciadas.
No se trató de un seleccionado mexicano “B”, sino que el técnico Javier Aguirre puso lo mejor que tuvo; sin embargo, el desempeño fue deficiente, y debe preocupar porque el próximo mundial -México será sede, junto con Estados Unidos y Canadá- está a la vuelta de la esquina y el tiempo para mejorar es corto.
Hay jugadores jóvenes como Ángel Sepúlveda y Efraín Juárez que pueden crecer, pero otros, como el “Piojo” Alvarado, evidenciaron que no está para la selección, como tampoco Emilio Lara, un joven al que se le auguraba un futuro brillante. Lo hicieron ver mal los delanteros suizos, y Rangel, por su parte, demostró que los porteros mexicanos, comenzando por el más goleado del mundo, Guillermo Ochoa, no saben jugar fuera de su marco.
Todos tienen deficiencias para salir a atajar las pelotas cuando las conducen dentro del área los delanteros rivales. Precisamente, el último gol lo anotó un jugador rival con facilidad. Nada más lo bombeo a un Rangel que estaba muy adelantado, precisamente, porque no sabe jugar lejos del marco.
El primer gol de la selección de Suiza fue producto de un contragolpe a toda velocidad, y la defensa no pudo alcanzar al veloz futbolista suizo, quien también burló al portero y anoto. Mientras el segundo fue un descuido de la defensa, combinado con un desvío de balón. Cuatro jugadores rivales estaban en fuera de lugar, pero otro tiró al marco y el balón fue desviado por un defensa y cayó justo donde estaban los delanteros suizos. Cualquiera de los cuatro pudo anotar, porque estaban muy cerca del portero y el desvío los habilitó.
También en el tercer tanto la defensa y el portero fallaron, y después anotaron por México Santiago Giménez, quien no lo hacía desde hacia 16 partido como seleccionado. Angel Sepúlveda anotó el segundo, con lo que el marcador se puso 3 a 2 en el minuto 71. Había tiempo para lograr el empate, pero quien anotó fue el rival y así selló la derrota de la selección mexicana.
Los cronistas de Televisa destacaron en sus narraciones que lo importante no era el triunfo, sino el funcionamiento de la selección, sin reflexionar que en casi todos los triunfos son producto de un buen funcionamiento; y las derrotas, de un mal desempeño. Ahora el martes frente a Turquía, que tampoco es potencia futbolística mundial, la selección tendrá oportunidad de acreditar que sacó valiosa enseñanza de esta derrota de 4 goles a 2.
Preocupa el mal desempeño y resultado, porque con esos seleccionados Javier Aguirre enfrentará en el Mundial a equipos más poderoso que la selección de Suiza, a la cual no le pudo siquiera empatar.
