1-Las autoridades mexiquenses competentes deben investigar las acusaciones recíprocas de corrupción y nepotismo que se hacen el alcalde de Ixtapan de la Sal, Juan Antonio Pérez Quintero y el excontralor municipal, Miguel Ángel Méndez Pavón, quien fue cesado por presuntamente cometer esos delitos, pero ahora dice que quien es corrupto y tiene metido en la nómina del ayuntamiento a toda su parentela es el alcalde.
Eso no debe quedar en simple escándalo mediático, sino debe esclarecerse y, si hay actos de corrupción y nepotismo, debe castigarse, porque eso de favorecer a familiares con plazas bien pagadas o, peor aún, con “aviadurías”, como ocurrió en el pasado, no puede dejarse impune.
2-No hay antecedentes de un alcalde que cese a un contralor municipal por corrupto e incorporar a familiares a las nóminas, ni de que el destituido, a su vez, acuse de los mismos delitos a un alcalde, como ocurrió en el caso de Ixtapan de la Sal.
En ese famoso balneario del sur mexiquense tienen mansiones de descanso personajes como Enrique Peña Nieto, Luís Videgaray Caso y Luís Miranda Nava, entre otros. En el anterior sexenio había permanentemente numerosos elementos del desaparecido Estado Mayor Presidencial vigilando el lujoso fraccionamiento donde descansaban los fines de semana los poderosos, lo cual no tenía utilidad alguna para la seguridad pública del municipio, porque la delincuencia actuaba como si nada.