CREE EN EL PERIODISMO NACIONAL SÓLO 28% DE
LA POBLACIÓN, PERO LOS VE, LEE O ESCUCHA 70%
MAXIMILIANO CASTILLO R.
Los medios informativos de cobertura nacional y la mayoría de sus periodistas tienen escasa credibilidad y confianza ciudadana. Lo probaron sus infructuosos esfuerzos por impedir el triunfo del ahora presidente Andrés Manuel López Obrador y su campaña para restarle bases de apoyo, iniciada desde el primer día en su cargo, el primero de diciembre de 2018.
Diversas encuestas levantadas sobre confianza de la población en instituciones y los medios informativos y periodistas, difundidas en los noticieros de radio y televisión y diarios impresos así lo reportan, aunque los presentadores de noticias no ahondan más sobre este fenómeno, contrario al prevaleciente en los mejores tiempos del noticiero “24 Horas”, de Jacobo Zabludovsky.
De acuerdo con las casas encuestadoras, los medios y sus periodistas tienen la credibilidad y confianza de apenas el 28 por ciento de los lectores de medios impresos, televidentes y radioescuchas; es decir, el 72 por ciento no les cree, aun cuando los vea, escuche o lea, pues especialmente las cadenas nacionales de televisión y radiodifusoras, incluyendo las señales abiertas y restringidas, llegan al 70 por ciento de la población; es decir, el servicio de televisión de paga.
Es bueno conocer estos datos ahora en que desde esos medios informativos conocidos como “tradicionales”, para diferenciarlos de los sitios informativos y de análisis de la modalidad digital, porque no se hace crítica, sino oposición al gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, con el fin de generar las condiciones para que los partidos de oposición le arrebaten a Morena la Mayoría de la Cámara de Diputados Federal y conserven las gubernaturas en juego el próximo año.
Puede parecer una contradicción entre el alto porcentaje de mexicanos que ve la televisión y escucha las radiodifusoras, pero no hay tal, pues el segmento que ve y escucha noticieros y lee los diarios impresos representan sólo una pequeña porción de ese universo, y además enterarse por esos medios no necesariamente indica credibilidad y confianza, y menos después de darse a conocer que los periodistas más famosos cobraban millones de pesos al mes por “cuidar” y fortalecer políticamente la imagen de los presidentes de la República, pero especialmente de Peña Nieto.
En estas circunstancias, los medios informativos y periodistas convencen sólo a los ya convencidos en que el presidente López Obrador conduce mal los destinos del país; es decir, a ese 28 por ciento de todos los que los ven, escuchan o leen. El resto no les cree, como no les creyó en 2018, cuando intentaron enajenarle preferencias electorales, pero fracasaron estrepitosamente.
De todos modos, 28 por ciento representa mucho en la lucha electoral; especialmente por la mezcla de los daños a la salud y vida de los mexicanos y el desplome de la economía nacional por la pandemia de Covid-19, que afectará al gobierno de la cuarta transformación, que carece de medios tradicionales impresos, y la condición marginal de los canales públicos, que no han podido ampliar significativamente su preferencia en una población muy habituada a los medios informativos electrónicos.