RESOLVER PANDEMIA DE MALA
COMIDA, OTRO RETO DE AMLO
EL PROBLEMA DE LA COMIDA CHATARRA SE CONOCÍA,
PERO SU GRAVEDAD LA DESNUDÓ EL CORONAVIRUS
Desde hace varios años se conocen las pandemias de hipertensión, diabetes, cánceres, males cardiovasculares, sobrepeso y obesidad. De la misma forma hay información sobre el origen de estas enfermedades no contagiosas, llamadas igualmente crónico-degenerativas, causantes de más de 370 mil muertes al año en nuestro país: el alto consumo de alimentos procesados y ultraprocesados con excesos de sales, azúcares, grasas saturadas, colorantes y saborizantes.
A pesar de ese crecido número de mexicanos fallecidos por padecimientos ocasionados por la adicción a los alimentos chatarra, el problema no había recibido la atención debida de parte de los medios informativos. La razón de esta omisión es clara: la industria alimentaria, incluyendo a la refresquera, representa ingresos de miles de millones de pesos para esos medios, especialmente para los televisivos. Es su patrocinadora.
La dimensión de las consecuencias negativas de los alimentos procesados y ultraprocesados en la salud y vida de los mexicanos han sido evidenciadas por la desafortunada presencia de la pandemia de la Covid-19 en el país, pues las comorbilidades citadas fueron determinante en los decesos del 73 por ciento de los contagiados.
De otra manera, la gravedad de las otras pandemias inducidas y ocasionadas por los poderosos intereses de la industria alimentaria nacional y trasnacional no se conocería. La difundieron las autoridades sanitarias, como era su obligación, pero también en respuesta a la campaña de desprestigio sostenida en su contra por los medios informativos, aprovechando los altos índices de mortalidad y letalidad del coronavirus en México.
La conveniencia económica de los medios informativos motiva ya a gran parte de los mismos a restarle gravedad a los problemas de salud generados por los alimentos chatarra y bebidas azucaradas embotelladas, prueba de que la obligada lucha del gobierno federal contra los excesivos contenidos de azúcares, sales, grasas saturadas, saborizantes artificiales, colorantes y conservadores de los alimentos procesados y ultraprocesados encontrará virulenta resistencia de la industria alimentaria.
No obstante, el nuevo gobierno federal está obligado a resolver la problemática de las pandemias ocasionadas por los alimentos chatarra, aunque se afecten poderosos intereses económicos: el desafío es descomunal y debe enfrentarse y vencerse en beneficio de la población.