
*Perdieron 28 meses en inactividad y no dieron muestras de vida.
De la redacción
La historia de las organizaciones políticas del país no registra un solo caso de un partido gobernante sin capacidad para organizar y articular a los simpatizantes, para apoyar su proyecto de nación, como ocurre con el Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), sostuvo Leoncio Mata Zárate, articulista de “El Espectador”.
De acuerdo con información del INE, recordó, MORENA, quien ganó la presidencia de la República con más de 30 millones de votos, tiene acreditados apenas 466 mil 931 afiliados, con la agravante de que su registro inicial era de 551 mil 507; es decir, a 28 meses de haber aplastado en las urnas a los partidos tradicionales, la anterior y la actual dirigencia no fueron capaces ni de conservar al reducido número de miembros.
Mata Zárate hizo notar que esta incapacidad o boicot de los representantes formales del partido en el poder resaltan más si se toma en cuenta que el presidente Andrés Manuel López Obrador, fundador y líder histórico morenista, acumuló en tres elecciones presidenciales más de 60 millones de votos, para convertirse en el mayor fenómeno político, social y electoral del menos los últimos cien años.
En el mejor de los casos, Yeidckol Polevsnky y Alfonso Ramírez Cuellar deberían ser expulsados de MORENA por su incapacidad para afiliar, organizar y articular a los millones de seguidores del presidente y por desperdiciar tiempo valioso en la preparación de la participación de ese partido en las elecciones legislativas federales y locales, de gobernadores y alcaldes del próximo año. “Su incapacidad fue tanta que ni siquiera pudieron organizar la elección de dirigencia”, abundó el analista político.
Le hicieron mucho daño a MORENA, y los órganos internos deberían investigar si no fueron omisos e ineficaces deliberadamente, para favorecer a los adversarios ideológicos de la cuarta transformación, porque esa incapacidad le otorga ventaja a la oposición. “Si no la aprovechan, eso ya es otra cosa, pero de que causaron mucho daño al partido gobernante es indiscutible”, reiteró.
López Obrador acumuló aproximadamente 61 millones de votos en las tres elecciones presidenciales, y los consiguió con escasos fondos derivados de las prerrogativas; sobre todo, en 2018, cuando recibió muy poco subsidio por ser su primera participación en una contienda presidencial, pero a partir de 2019 dispuso de muchos recursos, que no destinó a organizar a sus comités ejecutivos nacional a los estatales y municipales.
Por esa misma razón ha estado ausente en la defensa del gobierno de López Obrador; sobre todo, en tiempos de Polevnsky, que mostró absoluta indiferencia frente al embate de la ultraderecha empresarial, los medios informativos y los partidos de oposición.
Ahora las dirigencias deben reorganizar a MORENA para las elecciones de 2021 y deben hacer a marcha forzada, porque en menos de 8 meses se efectuarán los comicios en que se disputará la mayoría de San Lázaro, 15 gubernaturas y 30 legislaturas locales, y miles de ayuntamientos, y no sabemos si en 28 meses no fueron capaces de elegir dirigencia, podrán ahora hacer todo en tan poco tiempo, concluyó el editorialista de “Espectador”.