*El proceso para relevar al rector ha sido controvertido.
De la redacción
Los jóvenes en general, y los universitarios de instituciones públicas, en particular, son los más inconformes contra lo que consideran está mal o es injusto, y deben luchar para erradicar vicios, limitaciones, arbitrariedades y, sobre todo, exigir mayor calidad de la educación, la investigación y la difusión de la cultura.
No obstante, necesitan allegarse información y asumir una actitud rebelde a partir del conocimiento de los problemas que denuncian, y también sobre los alcances de los reclamos. No ocurre así en la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMex), donde en dos facultades -en total, los paristas serían en realidad menos de 800 alumnos, si no es que la mitad- decidieron irse a un paro, en protesta por lo que consideran un viciado proceso de elección de rectora, y exigen que se anule y se establezca el voto directo, universal y secreto.
Ya encarrerados, exigieron la renuncia del rector Carlos Eduardo Barrera Díaz, por presuntamente no ser imparcial en la contienda entre seis candidatas a relevarlo. En las facultades en paro intentaron días antes votar el tema alumnos de otras facultades. Por cierto, una de ellas rechazó la suspensión de actividades; es decir, quienes querían que pararan sus compañeros de otros planteles, no pudieron ganar la votación en ese sentido en el propio.
Mostraron no ser, precisamente, democráticos en sus métodos, aunque sus demandas pudieran tener bases. Además, se alejaron de la realidad, porque el proceso para elegir rectora, inédito porque participan puras candidatas y se trata de media docena, concluirá el día 14, de este mes, por lo que sólo un infantil radicalismo puede pretender un cambio de método, pero además, son sólo 800 los que pretenden lograr el cambio, cuando la comunidad estudiantil universitaria la integran más de 98 mil.
La posición antidemocrática, que no debe tener cabida en los centros de estudios superiores públicos, es evidente. Por lo demás, implantar el voto directo y secreto exige reformas legales, que debe hacer la representación popular de 18 millones de mexiquenses, y por la trascendencia del tema, no puede hacerse en 12 días, que son los que faltan para la elección.
Es igualmente un sinsentido luchar para que renuncie un rector quien en 12 días más dejará de serlo. Otra falla que deben corregir para el futuro los alumnos paristas es que un movimiento se inicia con demandas: no se declara un paro y después de elabora un pliego de reclamos. Debe ser al revés.
Lo que deberían hacer es, efectivamente, elaborar un fundamentado pliego de demandas, pero para presentarlo a quien gane, sea quien sea, y también vigilar su desempeño desde el primer día de gestión, para detectar a tiempo fallas, insuficiencias, limitaciones o negligencias y corrupción; que cumpla sus promesas de campaña y mejore notoriamente la calidad de las tres responsabilidades sustantivas que tiene la UAEMex.
De la misma forma, si consideran antidemocráticas las reglas establecidas para la elección de rectoras o rectores, que preparen propuestas para presentarlas a la Legislatura Local y exijan que expidan normas que permitan el voto directo y secreto, pero deben hacerlo ahora, no esperar a que el próximo proceso esté llegando a su final. No está por demás decir que a los jóvenes universitarios en paro o partidarios del paro les hace falta realismo para no exigir desde su condición minoritaria, objetivos imposibles; y un espíritu democrático, para no arrogarse una representación que no tienen porque nadie se las otorgó.