De la Redacción
Los todavía nuevos gobiernos municipales denunciaron, incluso desde antes de tomar las administraciones el día primero de este año, pesados problemas de deudas y el grave caos administrativo heredados por sus antecesores, además de muchos “aviadores” en las nóminas.
Hoy se cumplen los primeros treinta y un días de sus gestiones y, si de verdad quieren sanear las finanzas públicas y castigar las irregularidades, deben denunciar ya a los “aviadores” y a quienes les otorgaron las plazas para cobrar sin trabajar.
Las aviadurías son delito, y si no se denuncian, los nuevos alcaldes y alcaldesas incurrirán en a su vez en el delito de encubrimiento, además de que traicionarán a quienes les dieron los votos para llevarlos al cargo.
Coincidentemente, muchas de las autoridades anteriores denunciaron esos mismos problemas, pero nunca hicieron nada, es más, incluso empeoraron la situación. Será un gesto prometedor si los actuales gobernantes retoman el tema, lo mantienen en la opinión pública y proceden como corresponde: presentando las denuncias correspondientes.