*La comunidad internacional ha mostrado su apoyo y enviado ayuda.
De la redacción
Organizaciones internacionales y las autoridades de Turquía y Siria temen justificadamente que el número de víctimas de los sismos la madrugada y tarde del pasado lunes aumente aún en los próximos días, porque faltan por remover escombros de miles de edificaciones desplomadas. Al momento las personas fallecidas superan las 12 mil en el primero de esos países, el más afectado; y aproximadamente 3 mil en el segundo.
Muchos países, incluyendo a México, están ya participando en las tareas de búsqueda y rescate en las zonas urbanas más dañadas por los devastadores temblores. Las brigadas de rescatistas ya realizan esfuerzos para encontrar a víctimas entre los escombros, con la esperanza de que se les encuentre con vida, como ya han ocurrido muchos casos; sobre todo, de niñas y niños.
El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan estimó en más de 12 mil los cuerpos rescatados y en 50 mil los heridos, sin contar los daños a los inmuebles que se derrumbaron y que representaron la perdida de todo el patrimonio de decenas de miles de turcas y turcos, quienes ahora necesitan con urgencia alimento y ropa; sobre todo, por las lluvias y la temperatura bajo cero.
Los sismos que sacudieron al sur de Turquía y noreste de Siria fueron los más devastadores sufridos por la región desde 1939, con la agravante de que el primero ocurrió en la madrugada, cuando las familias dormían en los edificios que se derrumbaron y no tuvieron tiempo de ponerse a salvo.
En el caso de Siria, la catástrofe agravó las de por sí difíciles condiciones de vida, por los estragos ocasionados por más de 10 años de guerra civil y que no parecía llegar a su fin. Tal vez la tragedia mejores los ánimos y las partes involucradas en la guerra lleguen a acuerdos justos.