*La ideología ultraderechista y derechista está extendida en USA y es permanente.
De la Corresponsalía
Acapulco, Gro.- En Estados Unidos, a pesar de que se presenta como máximo ejemplo, el sistema político es todo menos una verdadera democracia; y también es una contradicción su discurso como paladín de los Derechos Humanos y su condición de violador directo o indirecto de dichos derechos en el planeta, como lo prueba su apoyo militar, económico y diplomático al genocidio de Israel en la Franja de Gaza.
“Los mexicanos medianamente informados saben que la democracia del vecino país es imperfecta, porque este sistema define al triunfador en una contienda electoral con la obtención del 50 por ciento, más uno de los votos, pero en Estados Unidos no necesariamente gana quien obtiene la mayoría en las urnas”, explicó Leobardo Robledo Latabán, especialista en derecho internacional y académico de la Universidad Autónoma de Guerrero.
En los Estados Unidos, el sector liberal de la población forma una minoría frente al derechista y ultraderechista, y esta situación ideológica es permanente. “Se acentúa en las campañas electorales presidenciales, como en estos momentos, pero el problema es su existencia; sobre todo, porque la padecen a diario los connacionales radicados allá”, abundó ello entrevistado.
“México era democrático en la forma, y antidemocrático en el fondo, pero fraudes comiciales, compra de votos, imposición de gobernantes de la República, estados y municipios se hacían en contra de lo establecido en la Constitución y las leyes secundarias electorales. Allá la imperfección de la democracia está en su propia Constitución, además de las leyes estatales que difieren de la federal”, subrayó.
Si observamos con detenimiento lo que son las campañas preelectorales de Estados Unidos, podremos ver que las propuestas de Donald Trump buscan obtener el respaldo de la derecha y la ultraderecha, porque sabe que forman la mayoría de los votantes, con quienes coincide en esas posiciones ideológicas, lo cual es delicado para México, porque aquí la mayoría es democrática y sufrió la antidemocracia.
De alguna forma, “el apoyo de Joe Biden al genocidio que perpetra el gobierno de Benjamín Netanyahu en la Franja de Gaza, lo otorga para congraciarse con la derecha y la ultraderecha de su país”, comentó Robledo Latabán.
Es válido y fundado criticar las posiciones racistas, antiinmigrantes, clasistas y ultraderechistas, rayando en el fascismo, de Donaldo Trump, “pero debe preocuparnos más el amplio respaldo que tienen en el electorado estadounidense, y es que quienes piensan como él son suficientes para darle el triunfo otra vez”, reiteró el internacionalista.
Esos sectores de derecha y de derecha extrema tienen simpatía por el PAN, pero al interior de México no tienen bases sociales como las tienen en Estados Unidos; es más, en el PRI abundan los corruptos e ineptos, pero los ultraderechista son pocos; y también son minoría en el PAN, explicó Robledo Latabán.
Por último, explicó que “gane Biden o Trump la presidencia en noviembre, las relaciones bilaterales serán complicadas; sobre todo, por la pérdida de mercados e influencia de Estados Unidos en el mundo, lo que conferirán a nuestro país una mayor importancia geoestratégica; y en la relación bilateral el vecino país es el fuerte y el nuestro, el débil, en un escenario que regocija a una mezquina oposición”.