El Último clavo en el ataúd del PRI… El pequeño Porfirio
Jairo A. Tell
La estructura política del otrora partido hegemónico PRI se ha resquebrajado totalmente debido a la falta de visión y a la ambición de sus dirigentes y la alta corrupción de sus gobernantes. Aquel partido que surgió en 1929 bajo las siglas del PNR ahora está viviendo la crisis más profunda de toda su historia, porque la cúpula partidista se dejó deslumbrar por los becerros de oro, valiéndoles “Una pura y dos con sal” lo que opinara el pueblo. Ese pueblo al que ignoraron, ofendieron, saquearon y vilipendiaron. Ese pueblo que soporto a pie firme todas sus tropelías, sus abusos y su ambición. “Aun no escucho la campana” decía el extinto Huracán. Y eso fue precisamente lo que le ocurrió al PRI, pues no obstante el creciente descontento, continuaron haciendo y deshaciendo lo que les vino en gana con el país, al que consideraban suyo.
Fueron muchas las señales de que ese instituto político debía reformarse y como el ave fénix resurgir de sus propias cenizas. Una de esas señales; sin duda fue la pretensión de perpetuarse en el poder a través del Maximato que pretendió establecer Plutarco Elías Calles. Después vendría el asunto de la matanza estudiantil de 1968 y más recientemente los desastrosos gobiernos de José López Portillo, que prometió defender como un perro al peso No lo hizo, y a pesar del auge petrolero lo hundieron, al igual que al país, en una de las peores crisis que se recuerden. La renovación moral de la sociedad abanderada por Miguel De la Madrid, nunca llego. En lugar de ello se dio a conocer el escándalo del Negro Durazo que, sin temor a equivocarme, fue uno de los referentes obligados de Alejandro Moreno para tramar la manera de llegar a la gubernatura del Estado de Campeche y posteriormente a la dirigencia de su partido, mediante el chantajes, moches, amenazas, extorsiones, en una operación maquiavélica, sin importan los medios, para lograr los fines.
Hoy, por ejemplo, Alejandro Moreno Cárdenas “Alito” se ha convertido en el sepulturero número uno del PRI y verdadero dictador interno, algo por demás contradictorio; sobre todo. porque ha sostenido incansablemente que no debe haber un poder absoluto, y habla comunismo. Tomando como base la vieja usanza del tricolor, Alito se apodero materialmente del partido sin dar opción para que otros lleguen a competirle; pero también ha utilizado al partido para protegerse las espaldas y no pisar la cárcel, que ya lo espera desde hace un buen tiempo. El pequeño Porfirio está sepultando materialmente a ese instituto político que, a través de su historia tuvo errores y aciertos, muchos claro obscuros y un sinfín de oportunidades para reinventarse. Si, ese partido en un momento dado fue el cimiento y la base de la política interior y exterior para México.
El PRI durante muchos años fue el prototipo de operación para perpetuarse en el poder merced a un entramado que incluía la creación de instituciones y organismos a modo, modificaciones a la ley y un obligado compromiso de los medios so pena de no recibir su correspondiente dieta. Con el gobierno de Carlos Salinas de Gortari se dio inicio a la etapa superior del neoliberalismo, caracterizada por el desmantelamiento de las empresas estratégicas del Estado Mexicano, a saber, Pemex, y la CFE, fueron el objetivo principal para desincorporar a las paraestatales y convertirlas en negocios privados. Para proteger su feudo, el PRI se alió con el PAN y en el año 2000 y con el inicio de la “Docena Trágica” México entro en una de las peores etapas que se recuerden, para seguir saqueando al país. Las instituciones se corrompieron, los medios serviles establecieron un cerco informativo a la entonces oposición de izquierda representada por el PRD y durante la elección del 2012 finalmente se quitaron las máscaras y nació así el PRIAN, término que utilizo el entonces aspirante Andrés Manuel López obrador. Después de un desastroso gobierno de Enrique Peña Nieto, por fin la izquierda conquistaba la presidencia, solo que ahora bajo las siglas de MORENA. Por sorprendente que parezca y contra natura, el PRD se unió al PRIAN y esto fue el acabose.