*Las irregularidades en las licitaciones para compra de medicinas le dan argumentos.
De la redacción
Las irregularidades detectadas en las bases de las licitaciones públicas nacionales e internacionales representaron el mayor apoyo de algunos segmentos del gobierno federal a la oposición partidista a la ultraderecha empresarial y a su sicariato mediático para atacar e intensificar sus esfuerzos permanente destinados a desprestigiar al gobierno federal, a Morena y a la cuarta transformación.
No obstante, las fallas detectadas y que obligaron a cancelar todo el proceso de compras consolidadas de medicamentos para el sector público, no ocasionaron daños a las finanzas públicas.
Empero sí tendrán efectos negativos para las autoridades, porque dan pie a la oposición empresarial, partidista y mediática para insistir en que existe mucha corrupción, tanta como antes.
La Secretaría de Salud sostuvo que no habrá afectaciones, porque ya se habían recibido claves (así le dicen a los tipos de medicinas) y que se recibirán las ya contratadas, aunque las que tengan sobreprecios serán reasignadas a empresas que tienen contratos sin este problema.
Y es que la disposición del gobierno a resolver el problema del insuficiente abasto de fármacos no ha sido suficiente para lograrlo, y contrariamente a lo que sostiene la prensa opositora, la situación es vieja y era más grave antes de que la izquierda ganara la presidencia de la República.
En estas condiciones, lo ocurrido en las licitaciones demorará la solución a la escasez de medicamentos, en perjuicio de los enfermos, por lo cual deben responder los responsables, sean quienes sean.
La ultraderecha empresarial, partidista y mediática se frota las manos con lo ocurrido, como lo hicieron cuando se descubrieron sobreprecios en el 6 por ciento de los contratos asignados, problema que aprovecharon en su campaña de desprestigio, que sostienen en contra el gobierno morenista.
Insisten, no en que el monto de lo que iba a pagarse con sobreprecio era de 13 mil millones de pesos, sino de que el sobreprecio iba a representar un quebranto de 13 mil millones, lo cual en el peor de los casos no habría sido así.
Las miradas se dirigen a la empresa “Laboratorios de Biológicos y Reactivos de México (BIRMEX), que fue la principal convocante a las licitaciones, aunque también intervino la Secretaría de Salud.
El problema de los contratos adjudicados con sobreprecios, ocasionó despidos y denuncias penales contra quienes entregaron contratos a empresas que no habían ganado las subastas y excluyeron a las que habían ofrecido mejores condiciones de calidad y precios.
Ocurrirá lo mismo ahora, aunque la cancelación de las compras de medicinas fue por irregularidades como la falta de un estudio de mercado sobre los fármacos, establecimiento de requisitos no necesarios y otras fallas.