*Se trata de un asunto de salud reproductiva con implicaciones económicas para la sociedad.
Gabriel L. Villalta
América Latina y el Caribe tiene la segunda tasa más alta de embarazo adolescente en el mundo: “52 de cada mil mujeres entre 15 y 19 años dieron a luz en esta región en 2022, en comparación con el promedio mundial de 39” según datos del Banco Mundial (BM). Así, la región solo es superada por África Subsahariana con una tasa fecundidad de adolescentes de 95 nacimientos por cada mil mujeres. En tercer lugar, se ubica Oriente Medio y Norte de África con 35 nacimientos por cada mil mujeres.
En Europa y Asia Central, la región con el menor índice, se registraron poco más de 10 nacimientos por cada mil mujeres.
De acuerdo con el organismo internacional, el embarazo adolescente limita las oportunidades de las mujeres y se asocia con: complicaciones de salud y muerte materna, menos logros educativos, menos oportunidades laborales y pobreza intergeneracional. Dentro de América Latina y el Caribe la tasa de fecundidad de adolescentes es muy variada. En Chile es de 8 nacimientos por cada mil mujeres; en Nicaragua, llega a 94 nacimientos por cada mil mujeres.
México supera la tasa promedio, con 60. Ante este problema, el Banco Mundial propone campañas de salud sexual y reproductiva, campañas de cambio de comportamiento y el aumento de la autonomía y aspiraciones de las niñas.