*Mejoró la calidad educativa, saneó las finanzas y abatió adeudos con ISSEMYM.
De la redacción
Un día antes de concluir su período de cuatro años, el Carlos Eduardo Barrera Díaz, renunció a la Rectoría de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMéx) el martes de la semana pasada. Lo hizo para contribuir a generar las condiciones para la normalización de la vida institucional.
La posposición de la elección de rectora le impidió entregar el cargo a quien gane la elección y se convierta en la primera rectora en la historia de la Universidad, que en esos momentos se encontraba cerrada por un paro estudiantil.
En su carta de renuncia dirigida al H. Consejo Universitario (la máxima autoridad colegiada), al Colegio de Directores y a la comunidad universitaria, destacó que deja a la institución con las finanzas más sanas de su historia y con reconocimientos nacionales e internacionales, que la colocan como la mejor universidad pública estatal del país.
Como en la edición digital de “El Espectador” se informó en su oportunidad, el cierre de facultades, escuelas, centros de investigación y áreas administrativas por parte de estudiantes, obligaron al Consejo Universitario a posponer la elección de quien será la primera mujer en la historia en conducir los destinos de la UAEMéx, donde estudian más de 98 mil jóvenes.
Paristas acusaron al exrector de corrupción, pero los resultados de las auditorías efectuadas al ejercicio presupuestal al 31 de marzo, tanto un despacho externo como por el Órgano Superior de Fiscalización del Estado de México (OSFEM), fueron aprobados por el H. Consejo Universitario, la máxima autoridad colectiva de la institución de estudios superiores.
Las revisiones de la Auditoría Superior de la Federación (ASF) tampoco reportaron irregularidades. El OSFEM es un órgano del Poder Legislativo mexiquense y la ASF, de la Cámara de Diputados Federal.
“El Espectador” cubrió puntualmente las actividades institucionales de la UAEMéx durante los últimos cuatro años, y no conoció denuncias por malos manejos de los fondos de la Máxima Casa de Estudios mexiquense.
Este medio informativo dio a conocer, en cambio, los reconocimientos de instituciones nacionales e internacionales especializadas en la evaluación de la calidad de la educación que imparten las universidades.
En esos cuatro años se creó el Órgano Interno de Control (OIC), que depende de la Cámara de Diputados de la entidad, el cual contribuyó mucho a la transparencia y rendición de cuentas, austeridad y ahorros en el ejercicio presupuestal y la extensión de presentar declaración patrimonial y de intereses a miles de académicos y personal administrativo.
Durante la gestión del ex rector se logró abatir un adeudo de cientos de millones de pesos que la UAEMéx tenía con el ISSEMYM, por la no entrega de cuotas aportadas por la institución y su personal académico y administrativo.
De acuerdo con lo aprobado por el H. Consejo Universitario en su sesión correspondiente al mes de abril, la Universidad no tiene pagos pendientes que puedan comprometer su estabilidad financiera.
También se puso al corriente en el pago de impuestos al Sistema de Administración Tributaria, como institución retenedora de sumas correspondientes a los gravámenes que cubre su personal.
