*Las obras que realiza la comuna no toman previsiones para la seguridad de los ciudadanos.
De la redacción
Los trabajadores del ayuntamiento de Toluca, que llevan años de servicio, siguen laborando con descuido y sin alertar a automovilistas y peatones de los riesgos que deben evitar en las zonas donde ejecutan obras de mantenimiento, arreglo de baches, pavimentación o repavimentación y otras, aunque se trate del centro de la capital mexiquense.
Esta semana, en los trabajos efectuados en la Avenida Hidalgo, entre Juárez y Aldama, se les olvidó cerrar el paso vehicular en antes de la primera calle y notificar a los ciudadano del cierre, éstos no se enteraron sino hasta llegar a Juárez, donde las obras les impedían continuar la marcha hacia el poniente de la ciudad. Adicionalmente, flujo de automóviles que llegaba por Independencia y doblaba en a Juárez hasta llegar a Hidalgo se encontró también atrapado en el mismo cruce (tampoco se les advirtió de las obras), saturando la circulación en la zona y causando grandes retrasos en los traslados.
Se formó un problema serio, porque también la calle de Aldama seguí abierta hasta la zona de las obras, obligando a los automovilistas a retornar o irse de reversa en una calle que es de por sí es muy estrecha, por lo que hubo que maniobrar en condiciones de dificultad extrema para que los vehículos que circulaban de sur a norte pudieran salir de la última cuadra antes del cierre, en sentido contrario.
Todo ello se pudo haber evitado con tan sólo desviar la circulación una cuadra antes de las obras y advertir con lonas a los automovilistas para que usaran vías alternas en Aldama y en Juárez antes de sus cruces con Hidalgo, como lo indicaba el sentido común.
El problema no terminó ahí: los trabajadores abrieron las alcantarillas y también, en forma inexplicable, cerraron las banquetas al tránsito peatonal, por lo que los transeúntes fueron obligados a bajar al arroyo. Lo malo fue que no pusieron señales de las alcantarillas abiertas, hasta que se registraron 4 accidentes, con lesionados, afortunadamente no graves.
Esta falta de sentido común del personal data de muchos años, ante la indiferencia de los responsables de los trabajos, quienes no avisan con la debida anticipación a los conductores de vehículos de los cierres de calles que están más adelante. Este descuido hace que no busquen rutas alternas y lleguen hasta donde están bloqueadas las calles, para después regresar en sentido contrario o reversa; es decir, generan innecesarios problemas adicionales a los conductores y a la circulación vehicular.
