COORDENADAS POLÍTICAS
MACARIO LOZANO R.
LA ELECCIÓN DEL PRÓXIMO DOMINGO HA SIDO LA MÁS CALUMNIADA
Y CON MÁS INTENTOS DE BOICOT EN LA HISTORIA DEL PAÍS
El domingo próximo será histórico, porque los votantes tendrán la oportunidad de elegir a titulares de los juzgados de distrito y del fuero común, titulares de tribunales de circuito y de tribunales de justicia estatales, ministras y ministros, además de 5 integrantes del Tribunal de Disciplina Judicial, de nueva creación y que vigilará las actuaciones de todos esos funcionarios federales, quienes a partir del primero de septiembre serán de elección popular.
Se llegará a la jornada de votación, parte culminante de un proceso que ha sido el más combatido, descalificado, calumniado y con claros llamados a no votar por parte de la oposición partidista, de los medios informativos, de la ultraderecha empresarial, a cuyo servicio están los antes mencionados, encabezados por Ricardo Salinas Pliego, dueño de Televisión Azteca, Elektra, Banco Azteca y una larga lista de empresas constructoras, mineras e inmobiliarias.
Se trata de un proceso electoral sin precedente en los 200 años de vida independiente de México, y complejo, por el crecido número de boletas que deben marcarse, que además se dará en medio de la campaña que sin prueba alguna y como fórmula para desalentar la participación, sostienen que los resultados ya fueron determinados; es decir, que se llevará a cabo un fraude, que según todos los opositores al gobierno y a Morena, no tiene antecedentes.
Los detractores del proceso electoral judicial sostienen que la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo quiere controlar y terminar con la independencia del Poder Judicial, y en el colmo de la desmesura y desprecio a la inteligencia de los electores, difunden que el domingo marcará el fin de la democracia y el establecimiento de una dictadura, y mencionan que con la elección de los funcionarios que imparten justicia y definen la constitucionales de las leyes México quedará como Venezuela y Cuba.
La campaña de desprestigio y sus argumentos no resisten el menor análisis serio. La mandataria tenía facultades constitucionales para proponerle al Senado de la República a candidatas y candidatos a ministras y ministros, con lo cual y ante un Congreso de la Unión con mayoría calificada de Morena, una o un integrante de la terna tenía garantizada su designación. La presidenta Sheinbaum Pardo renunció a esta facultad, para dejar en manos del electorado la decisión de quienes son juezas, jueces, magistradas, magistrados, ministras y ministros
Si de verdad fuera una gobernante de vocación autoritaria y antidemocrática, habría hecho lo que hizo Ernesto Zedillo Ponce de León, quien pocos meses después de asumir su cargo reformó la Constitución para arrasar con los integrantes de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), a cuyas ministras y ministro les pagó elevadas sumas de dinero y altas pensiones, para que no opusiera resistencia a la voluntad unipersonal del mandatario, quien llegó al cargo por un hecho condenable: la ejecución de Luis Donaldo Colosio Murrieta, candidato presidencial del PRI relevado en la candidatura por Zedillo.
Por cierto, la decisión de Zedillo Ponce de León, quien redujo el número de ministras y ministros de 26 a 11, sin que a nadie de los que ahora se oponen a la elección judicial, por según ellos ser autoritaria y antidemocrática, hablará de autoritarismo, de deseos de someter al Poder Judicial y mucho menos que el desmantelamiento de la cúpula del Poder Judicial covertiría al país en una dictadura, sin democracia ni libertades.
Votar en las elecciones es un derecho constitucional de los ciudadanos mexicanos y hacerlo constituye el cumplimiento de una obligación ciudadana, por más que Salinas Pliego, a quien el ahora ministro en retiro y ex presidente de la SCJN, Luis María Aguilar Morales intentó proteger para que no pagara 65 mil millones de impuestos evadidos y los intereses. Tenía la Corte al servicio y defensa de sus intereses, y deseaban que siguieran las cosas así.
