*Perdió la CNTE gran parte del apoyo social que tenía, al coincidir con la derecha.
De la redacción
(Primera parte)
La Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), de por sí con escaso apoyo social en la capital del país, por los perjuicios que sus paros ocasionan periódicamente a millones de capitalinos, dio otra vuelta de tuerca a la pérdida de ese respaldo, al incluir al demandar también la suspensión de la elección judicial. Una encuesta de “El Espectador” y “La Noticiería” en calles de la Ciudad de México, así lo indicó.
A este desacierto se agregó el acto de provocación de otro grupo de sus compañeros guerrerense en las rejas de la Secretaría de Gobernación, el 4 de junio, cuando una comisión de la CNTE dialogaba con la titular de la dependencia y otros altos funcionarios federales.
Dicha elección ya se efectuó, pero ahí quedó su coincidencia con la derecha, mientras los provocadores buscaban generar represión a gran escala, para que la ultraderecha la utilizara para intensificar su campaña que presenta al gobierno morenista como autoritario y dictatorial. A eso se prestó sin querer o deliberadamente.
La CNTE tiene sus cimientos en suelo mexiquense. Mucho aportó a su fortalecimiento en los primeros años de la década de los ochenta del siglo pasado Misael Núñez Acosta, líder magisterial y social, ejecutado en Ecatepec. Nació como corriente magisterial de izquierda, pero ahora coinciden con la ultraderecha.
Sorprendió a propios y extraños la exigencia de cancelar la elección, que nada tenía que ver con sus demandas laborales, atendibles o no, pero en el campo de las relaciones laborales. Además, el paro de la CNTE perjudicó a 1.2 millones de alumnos de estados donde tiene en sus manos las delegaciones del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE).
Es en la Ciudad de México, no en Oaxaca, donde la CNTE tiene el mayor número de afiliados y de alumnos atendidos, pero las escuelas capitalinas no suspendieron actividades, porque los maestros no son radicales.
Pocos mexicanos saben que la Coordinadora Nacional de los Trabajadores de la Educación no es un sindicato independiente, sino una corriente disidente de la dirigencia del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE).
No obstante, en más de 40 años el grupo logró ganar elecciones delegacionales del Sindicato, y tienen su principal bastión en la capital del país, pero carece de afiliados en el Estado de México, donde tuvo a uno de sus más genuinos dirigentes.
Los dueños de los grandes medios informativos y sus periodistas tienen a la actual Corte a su servicio. Por ello primero se opusieron a la reforma constitucional, que sentó las bases para la reforma judicial y apoyaron con todo inclusive decisiones ilegales que para el mismo fin adoptó Norma Lucía Piña Hernández, su presidenta. Después calumniaron la elección, y también en esto coincidió la CNTE.