*Los avances tecnológicos aplicados a sus operaciones permiten reducir personal.
La inteligencia artificial, producto de investigaciones del campo de la tecnología militar de los países desarrollados, aplicada ahora a los procesos industriales y de servicios, muestran también su lado oscura y pernicioso para los trabajadores, de acuerdo con un análisis de “El Espectador”.
El fenómeno se extiende rápidamente y es más notorio en Estados Unidos y se traduce en el despido de trabajadores y sus sustitución por robots capaces cada día de desarrollar tareas más complejas, situación que no entendió, ni entiende Donald Trump, quien atribuyó la pérdida de plazas laborales al Tratado de Libre Comercio de América del Norte.
México no escapa a esta tendencia; al contrario, la tecnología de punta aplicada a procesos productivos y de servicios está arrojando al desempleo a miles de personas, incluso en sectores de elevadas y crecientes utilidades.
Es el caso de los bancos, cuyas utilidades del sistema rompieron record en el primer semestre del año, al sumar 85 mil millones de pesos, con un incremento superior al 25.0% en promedio, equivalente a doce veces el crecimiento de la economía, la intensificación del uso de tecnología afecta a sus trabajadores.
Los bancos, como se difundió en este semanario hace uso meses, de por sí impusieron en los últimos años una política laboral contraria a los intereses de sus empleados, al anular en la práctica el derecho a la contratación colectiva.
Recurren a intermediarios para encontrar trabajadores; es decir al sistema “outsourcing”, con lo cual evaden sus responsabilidades patronales directas. Sólo un ínfimo porcentaje es empelado de base. El resto tiene relación laboral con las empresas intermediarias.
No obstante, el afán de mayor lucro conduce a los bancos al despido directo de trabajadores. Ya Citibanamex anunció que la disminución de su plantilla de empleados será de al menos dos mil.
El programa de reajuste de personal deberá terminar a mediados del próximo mes. Y no argumenta razones de incapacidad económica para mantener al personal, sino al uso de los avances de la tecnología en las tareas encomendadas antes a personas.
Banorte, el segundo banco más grande del país, también aplicó un reajuste de personal, aunque menor al de Citibanamex. Ese banco propiedad de los Hank, aumentó sus utilidades 30.0% en el período enero-septiembre de este año, en comparación con el mismo lapso del año pasado, pero busca elevar esas utilidades mediante la disminución de costos de operación, vía el despido de personal.