Vendían Huachicoleros en 6 Pesos el Litro a Intermediarios

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*Los grandes intermediarios lo distribuían en 13 pesos a empresas y particulares.

Diversos testimonios de “huachicoleros” de la zona de influencia de la refinería de Tula, Hidalgo, han revelado la existencia de grandes intermediarios dedicados a comercializar la gasolina robada a Petróleos Mexicanos. Y ese eslabón de la cadena delictiva se quedaba con el mayor margen ganancia ilegal. Además, las grandes organizaciones criminales les cobran como si fueran una especie de franquicia.

Huachicol. Foto:Archivo

Este tipo de robo es distinto al que se perpetraba directamente en las refinerías, de donde se sacaban pipas cargadas con el combustible y se distribuía en los expendios autorizados por la ahora conocida como “empresa productiva del Estado”.   

Según lo revelado por quienes se encargaban o encargan directamente de extraer el combustible de los ductos de Pemex, estaban obligados a entregar el producto a quienes se encargaban de la venta a empresas o conductores de vehículos.

Los intermediarios, como ocurre en el comercio legal de productos agrícolas, fijaban el precio de las gasolinas robadas, y lo compraban en seis pesos el litro, en promedio, para después revenderlo en 13 pesos y obtener una ganancia del 125 por ciento en no mas de 24 horas.

Información difundida sobre el tema en las conferencias matutinas del presidente Andrés Manuel López Obrador precisa que hay empresarios del transporte de carga quienes adquierían gasolina en las grandes bodegas dónde lo almacenan.

Esa fue práctica común de los transportistas de materiales de construcción que proveían de piedra, grava, tepetate y tezontle a las obras del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) en Texcoco. Se encontraron grandes depósitos en el predio. Ya estaban vacíos, pero ahí guardaban especialmente diesel para los miles de camiones de volteo que transportaban esos materiales, destaca la información de la presidencia de la República.

HIDALGO Y GUANAJUATO, DISTINTOS

El comportamiento de los “huachicoleros” de Hidalgo es distinto al de los de Guanajuato. En el primer caso derramaban combustible para que lo aprovecharan los pobladores de las zonas aledañas a las tomas clandestinas.

En el Bajío eso no ocurría. Los habitantes de los sitios donde se roban o robaban las gasolinas no participan directamente en el ilícito ni en sus ganancias, de acuerdo con información obtenida en Guanajuato, los “huchicoleros” no dejan combustible para que lo recoja la población, aunque lo venden a los lugareños a precios ligeramente inferiores al del mercado formal.

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