
*La mala calidad del agua entubada facilita el gran negocio de la embotellada.
De la redacción
(Primera parte)
En su presentación de 330 mililitros y en venta al mayoreo, un metro cúbico de agua potable embotellada cuesta hasta 13 mil pesos. Así de gigantescas son las ganancias del negocio del vital líquido, obtenidas por las empresas particulares del ramo en el Estado.
El pago por la explotación de agua de pozos profundos para uso industrial y comercial es casi simbólico, mientras las ganancias, aun en el caso de los garrafones de 18 litros, son descomunales: dos mil 200 pesos el metro cúbico. Entre más pequeño es el envase, mayor es el precio y la utilidad, según un análisis de “El Espectador” a datos de ONG´s.
Temerosa por la mala calidad del agua suministrada por las autoridades municipales mediante las redes correspondientes, la población no se arriesga a ingerirla, y quienes disponen de ingresos para ello, compran la comercializada por grandes empresas, la mayoría de capital extranjero, según un estudio del Consejo por la Defensa del Agua del Sistema Cutzamala.
De esta forma y en la práctica, las familias de escasos ingresos no disfrutan de su derecho constitucional y humano de acceso al agua potable, convertido de esta forma en letra muerta, según la investigación de la organización no gubernamental.
Esta situación afecta a la población mexiquense asentada en las zonas metropolitanas de los Valles de México y Toluca; es decir, a unos 13 millones de habitantes, en una situación grave. “Y no hay programas para resolverla o atenuarla siquiera”, advirtió la organización no gubernamental.
Las autoridades mexiquenses no aprovecharon la amarga experiencia del crecimiento demográfico acelerado y mal distribuido en la Zona Metropolitana del Valle de México, propiciado por la mala planeación y la entrega del crecimiento de las ciudades a las inmobiliarias: repitieron el descuido en la conurbación del Valle de Toluca, aseveró el Consejo por la Defensa del Agua del Sistema Cutzamala.
El Estudio fue elaborado hace unos años, pero el problema no ha sido atendido y creció, y amenaza con ocasionar un desastre en el mediano y largo plazo para los más de 26 millones de habitantes del Estado de México y la Ciudad de México.
Las dos zonas metropolitanas son altamente deficitarias en materia de agua potable, y lo serán más cada año, pero no existe plan alguno para evitar una catástrofe por la insuficiencia del agua potable, comentó uno de los especialistas participantes en la investigación.
“Nada más es de imaginar la dimensión que tendrá la falta de agua potable para satisfacer las necesidades de la población que tendrán las dos zonas metropolitanas de los valles de México y Toluca dentro de 10, 15 ó 20 años”, alertó el experto.
Recordó que el Consejo ha llamado la atención sobre el problema desde la época cuando Jorge Tamargo era titular de la Comisión Nacional del Agua, pero el funcionario panista nada hizo para, al menos, sentar las bases para la solución del fenómeno.
“El déficit crece porque aumentan la población y el consumo, mientras el agua subterránea de las citadas zonas metropolitanas es sobreexplotada”, insistió el especialista. (Continuará)