
*Salieron de pobres 342 mil personas al año, pero quedaron 9 millones de pobres.
GABRIEL L. VILLALTA
En dos años 683 mil mexiquenses salieron de la condición de pobres, después de frenarse y revertirse la tendencia al aumento, de acuerdo con los datos estadísticos dados a conocer por el gobernador Alfredo del Mazo Maza, en su segundo informe de resultados.
Este fue el principal avance de su gestión en dos años, en los cuales el Poder Ejecutivo estatal ejerció 600 mil millones de pesos. No obstante, de acuerdo con la información proporcionada por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), base del dato estadístico citado por el mandatario, los mexiquenses con ingresos inferiores a la línea de la pobreza; es decir, los pobres por ingresos, suman 9 millones 087 mil.
Resolver totalmente esos problemas de los mexiquenses sin ingresos suficientes para financiar sus necesidades elementales, al ritmo de abatimiento del fenómeno de los dos últimos años, tomará todavía cerca de 27 años.
Esto, suponiendo que no se incrementará el número de habitantes del Estado de México con esta carencia de ingresos, componente fundamental de la pobreza y pobreza extrema, lo cual no se consignó en la rendición de cuentas de Del Mazo Maza.
La información estadística del CONEVAL sobre las condiciones de pobreza en el Estado de México contiene datos preocupantes: los mexiquenses en pobreza suman 7 millones 547 mil, en números redondos, de los cuales 687 mil padecen pobreza extrema.
Sólo tres millones 610 mil de los 17 millones 300 mil mexiquenses están clasificados por el CONEVAL como “población no pobre y no vulnerable”. El resto sufre al menos una o más de las carencias características de la pobreza.
En esta numeralia del organismo público, negativa para el Estado de México, sobresale la población marginada de la seguridad social: 10 millones 462 mil, en números redondos.
Para entender la dimensión de este problema de marginación y exclusión de mexiquenses de los sistemas de seguridad social, basta recordar que después del Estado de México, ninguna entidad federativa tiene una población total de 10 millones 462 mil habitantes.
Este problema es el más difícil de abatir, porque a diferencia de pobreza alimentaria, que con despensas semanales a una familia puede resolverse, la incorporación a la seguridad social implica la generación de empleos formales del jefe o jefa de familia, lo cual no se explicó en el segundo informe de resultados del gobernador Alfredo del Mazo Maza.