COORDENADAS POLÍTICAS
MACARIO LOZANO R.
URGE QUE EN CAMPAÑAS PARTIDOS PRESENTEN PLAN
DE DESARROLLO A CORTO, MEDIANO Y LARGO PLAZO
A menos de 365 días de la elección de titular del Poder Ejecutivo mexiquense, los medios informativos locales informan y comentan todos los días los acontecimientos diarios que ocurren en el ambiente previo al inicio oficial del proceso comicial. No obstante, el análisis repite los viejos esquemas que ponen en el centro los nombres de las/los presuntos aspirantes a la candidatura de cada partido y previsibles coaliciones partidistas.
No pocas de las opiniones responden al interés de los opinadores de obtener beneficios económicos inmediatos o posteriores, si los personajes a quienes apoyan ganan las candidaturas y después, la elección constitucional de junio del próximo año. En estos casos no se trata del cumplimiento de una obligación profesional, sino de afanes mercenarios, que nada ayudan al conocimiento de la población sobre las cualidades y defectos del grupo de interesados(as) en gobernar el Estado.
Como en otras ocasiones se ha comentado en este espacio de reflexión, el Estado de México se estancó económicamente y en algunas actividades retrocedió en la mayor parte del presente siglo; sobre todo, a partir de 2011, con el arribo del peor mandatario que se recuerde: Eruviel Ávila Villegas. Y no mejoró mucho con Alfredo del Mazo Maza.
La situación es más grave en la rama fabril. La entidad mexiquense perdió competitividad y puede decirse que padeció y padece un proceso de desindustrialización, que se expresa en la baja aportación al producto interno bruto (PIB) naciones, inferior al 9 por ciento, cuando la población estatal representa el 14 por ciento de la del país.
El valor de las exportaciones también bajó, como se prueba al compararlo con el de los bienes que colocan en el extranjero estados como Chihuahua, Nuevo León y Tamaulipas, que tienen poblaciones de apenas el 20 por ciento de la mexiquense. Estos problemas se agravan porque ni siquiera los perciben las autoridades, la sociedad, los medios informativos, la academia, ni las agrupaciones profesionales específicas de estos temas.
Los retos para quien gane la gubernatura serán descomunales, porque son además, los de la pobreza y pobreza extrema, que afectan a 12.2 millones de los 17.2 millones de mexiquenses, demostración del bajo crecimiento económico y la inequitativa distribución del ingreso estatal; los de la inseguridad pública, la impunidad, la injusticia, la corrupción y un deficiente funcionamiento de las instituciones, lo que a nadie parece preocupar. Y no se diga de la escasez del agua.
En estas condiciones, sin importar quien gane la gubernatura el próximo año, urge que todas las fuerzas políticas, económicas, sociales e institucionales pacten un programa de desarrollo de Estado a corto, mediano y largo plazo, para un relanzamiento del Estado de México en todos los aspectos, que sea obligatorio para los próximos 6, 12 y 18 años, sin importar que fuerza política y electoral esté al frente del Poder Ejecutivo mexiquense. La gravedad de la problemática exige generosidad y sacrificios de todos, pero desafortunadamente no presenciamos propósitos en este sentido.