*Se trataría del jefe de una facción del CJNG, Gómez Leyva duda de la versión.
De la redacción
Se complica esclarecer quién ordenó realmente ejecutar al conocido periodista Ciro Gómez Leyva la noche del 15 de diciembre del año pasado. Declaraciones ministeriales y judiciales de los 12 detenidos, entre ellos el sicario que le disparó y tres más que intervinieron en el operativo criminal, mencionaron la presunta participación de un alto mando de la delincuencia organizada, denominado “El patrón” y que la víctima del intento de homicidio identificó como Armando Escárcega.
Las especulaciones ubican a este personaje como jefe de una facción del “Cartel Jalisco Nueva Generación” (CJNG), pero Gómez Leyva dijo no estar seguro de que así sea, aunque no explicó por qué tiene dudas al respecto, lo cual dificulta aclarar el caso hasta sus últimas consecuencias.
Lo que sí quedó evidente es que el grupo de delincuentes encargados de darle muerte al conocido conductor de noticieros de Radiofórmula e Imagen Noticias, dedicado a la extorsión, secuestro, narcomenudeo y a ejecutar por encargo, no actuó por su cuenta, sino por órdenes alguien de un grupo criminal más poderoso.
Esa versión de que el CJNG pudo estar atrás del atentado se basa en declaraciones de algunos de los detenidos que mencionaron a un “patrón” y porque el autor de los disparos fue detenido en Michoacán, en una casa que presuntamente es propiedad de un mando de esa organización delictiva.
La mención a “El patrón” dio lugar a especulaciones descabelladas, porque sostuvieron se trata del mismo “El Patrón” que dio la órden de matar y desaparecer los cuerpos de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa, la noche del 26 y madrugada del 27 de septiembre del 2014, en Iguala Guerrero.
No obstante, quedó comprobado que esos hechos atroces fueron ordenados por mandos del grupo delictivo “Guerreros Unidos”, ya presos, y nada tienen que ver con el CJNG; además, esa denominación es común en todos los carteles criminales, para referirse a un jefe, inclusive se aplica a mandos de células regionales de los mismos.
La necesidad y conveniencia de detener y capturas a quien o quienes ordenaron asesinar a Gómez Leyva es obvia, por obligación legal de las autoridades y para no sobrecargar de tensiones el escenario preelectoral del próximo año.