*En el país las personas desaparecidas sin localizar suman menos de 100 mil.
De la redacción
Las personas desaparecidas y sin localizar se aproximan a las cien mil. Se redujeron en los últimos meses de 114 mil 815, dio a conocer Luisa María Alcalde Luján, secretaria de Gobernación.
El tema es preocupante y la oposición partidista y organizaciones civiles identificadas con los adversarios ideológicos y políticos del presidente López Obrador, de Morena y la cuarta transformación ubicaban el número de estas víctimas en más de 140 mil.
Sobre el mismo problema, Martí Batres Guadarrama, jefe de Gobierno de la Ciudad de México, dio a conocer que en esa entidad no todas las ausencias de personas son desapariciones y que no todas las desapariciones son forzadas.
Detalló que el 93 personas reportadas como desaparecidas por sus familiares abandonaron sus hogares voluntariamente por diversos motivos, pero no fueron víctimas del delito, como se piensa cuando se habla del fenómeno.
En los casos de desapariciones forzadas, casi en la totalidad de los casos son particulares los autores de estos delitos, pues en el caso del gobierno federal y de la capital de la República no desaparecen personas.
En el 7 por ciento de las desapariciones no voluntarias se incluye a quienes se extravían por problemas de deficiencias mentales, menores que son quitados a uno de los padres por el otro u otra, cuando están divorciados, además de las personas asesinadas o muertas en accidentes.
Organizaciones civiles consideran que, al abandonar sus domicilios, las personas desaparecidas deben ser consideradas víctimas del delito cuando huyen por maltrato físico y verbal de sus parejas u otros familiares.
Alcalde Luján explicó que el número exacto de personas desaparecidas y no localizadas es de 99 mil 720, y corresponden al período de 1962 hasta febrero de este año, y no es correcta la cifra de 140 mil que siguen manejando alginas organizaciones.
Este último continúa siendo citado al interior del país y en el extranjero, y el gobierno federal atribuye a propósitos de dañar la imagen de las actuales autoridades; sobre todo, con fines politiqueros y específicamente electorales.
Muchas personas fueron localizadas en sus domicilios, al que ya habían regresado, pero no se había reportado el hecho, por lo que seguían en el padrón de víctimas. También fueron ubicadas mediante cruces de información que registraban actividades económicas de las víctimas.
En la relación general de personas desaparecidas y no localizadas figuran personas encarceladas y procesadas, inclusive con sentencias condenatorias, pero que todas formas eran consideradas desaparecidas.
La Comisión Nacional de Búsqueda de personas desaparecidas y no localizadas tiene identificados más de 31 mil nuevos números telefónicos, por lo que a la par que continúa la búsqueda, visitará a familiares para dejar de contar a quienes ya se encuentran con sus familiares o viven en otros domicilios.
Las organizaciones civiles criticaron con rudeza el programa de visitas a los domicilios de las desparecidas. En forma inexplicable hicieron una campaña en los medios informativos para denunciar que se les estaba revictimizando, cuando se trataba de conocer la dimensión del problema y dejar de buscar a quienes habían sido localizadas o retornado a sus domicilios.