*La irregularidad en la tenencia de la tierra afecta más a familias humildes.
De la redacción
A pesar de los programas de regularización de viviendas y predios baldíos, iniciados hace más de 40 años, en el Estado de México existen cerca de 550 mil viviendas sin escrituras, por lo cual sus propietarios no tienen seguridad jurídica en su posesión. Serán apoyados por el gobierno para que obtengan sus escrituras.
Se trata de una cifra que incluye sólo a inmuebles ocupados, pues en el territorio estatal existen 120 mil viviendas desocupadas y abandonadas, no incluidas en las 550 mil sin regularizar.
Carlos de Jesús Maza Lara, secretario de Desarrollo Urbano y Obras Públicas del gobierno estatal, detalló que de las más de 3 millones de casas ocupadas, el 18 por ciento están en condiciones jurídicas irregulares.
Es decir, sus dueños no tienen la documentación que acredita la legal posesión, en un problema grave por la repercusión anímica de quienes carecen de esa seguridad jurídica, aunque hayan adquirido y pagado los lotes o las viviendas en forma legal.
Por su parte, Jesús Castañeda Arratia, ex dirigente del Colegio de Arquitectos Urbanistas del Estado de México (CAUEM), explicó que en la entidad cerca del 70 por ciento de las viviendas fueron construida sin la participación de los profesionales del ramo, puesto que los dueños las encargan a trabajadores de la construcción o las edifican directamente, sin orientación técnica y muchas veces sin la autorización oficial, por lo que contribuyen al aumento de la irregularidad.
De acuerdo información del INFONAVIT y la Secretaría de Desarrollo Territorial y Urbano (SEDATU), el Estado de México concentra cerca de 120 mil viviendas de las 650 mil viviendas de interés social abandonadas y sin escriturar existentes el territorio nacional; es decir, las vendidas mediante el organismo.
No es el universo completo de casas abandonadas en México, pues el INEGI detectó 6 millones 200 mil en esas condiciones, mientras que millones de familias carecen de un techo propio.
En la entidad mexiquense la irregularidad comenzó en la segunda mitad de la década de los sesenta del siglo pasado, por los flujos migratorios internos, especialmente de familias campesinas, que adquirieron lotes en situación irregular.
Dicho problema comenzó en Nezahualcóyotl, donde se legalizaron los predios, pero en este siglo la irregularidad en el patrimonio inmueble se generó por el abandono de viviendas, construidas lejos de los centros de trabajo o estudios, con servicios básicos incompletos o sin ellos, con problemas de transporte.
Fueron edificadas por empresas constructoras y comercializadoras, movidas por un excesivo afán de lucro y toleradas por las autoridades, que dejaron el problema.