*Año con año crecieron, hasta que Trump aplicó su política antiinmigrante.
De la redacción
Estados Unidos fue de los países que impulsaron normas para evitar la doble tributación. Lo hicieron para proteger a sus grandes corporaciones empresariales globales, a fin de que no pagaran impuestos en los países donde operan, sino en esa nación donde tienen sus matrices.
Así firmó acuerdos con muchos países, para que los mismos ingresos empresariales no pagaran dos veces. Esta situación en el caso de México se aplicó y debe incluir las remesas, las cuales cuando llegan a nuestro país ya fueron gravadas allá.
No obstante, Donald Trump desconoció el acuerdo y aplicó un gravamen del 5 por ciento a las remesas de mexicanos que laboran en su país, el cual fue reducido al 3.5 por ciento, con posibilidades de desaparecerlo, porque viola normas internacionales y el convenio específico con nuestro país, pues constituye una doble tributación.
Por lo pronto, la política antiinmigrantes del mandatario estadounidense provocó una caída en el monto global de las remesas, que habían crecido año tras año desde el 2015, hasta llegar a los 64 mil 740 millones de dólares el año pasado.
De aplicarse el 3.5 por ciento, los migrantes cubrirían impuesto por cerca de 2 mil 300 millones de dólares al año; es decir, 46 mil millones de pesos, que afectarían la economía de las familias que reciben remesas.
En el 2024 del total de las remesas enviadas a México, el 97 por ciento provino de los mexicanos que laboran en Estados Unidos, y los montos han crecido constantemente desde el 2014, pero ahora hay preocupación por lo que puede ocurrir en el futuro.
De acuerdo con un análisis de “El Espectador” a datos estadísticos oficiales, desde año al 2014; es decir, en una década, las remesas enviadas a nuestro país crecieron en más de 200 por ciento.
Pasaron de los 21 mil 402 millones de dólares en el 2014 hasta los 64 mil 740 millones de dólares el año pasado, y se convirtieron en una de las principales fuentes de divisas para México, por encima de las exportaciones petroleras y de la industria automotriz, ahora nerviosa por las arbitrariedades de Donald Trump.
De los 21 mil 402 millones de dólares de hace diez años llegaron a 30 mil 443 millones de dólares en el 2017; a 41 mil 704 en el 2020, para ubicarse en los 52 mil 573 millones de dólares en el 2021.
Para el 2023 se elevaron hasta los 63 mil 319 millones de dólares; es decir, un incremento de 11 mil 589 millones de dólares en sólo dos años y romper record en aumento en las remesas en el 2024.
Los 64 mil 746 millones de dólares representaron un incremento menor, pues dicho monto resultó apenas mayor en mil 427 de dólares sobre el monto alcanzado un año antes.
Las remesas no son importantes para México sólo por su monto, sino también porque llegan directamente a las familias rurales, asentadas en zonas pobres; es decir, ese dinero tiene doble utilidad, pues adicionalmente reactiva la economía local.
En estos momentos, la persecución y hostigamiento de Donald Trump a los migrantes, incluidos los mexicanos, ocasionaron una disminución en la capacidad de ahorro de los connacionales que laboran en Estados Unidos y la consecuente reducción de la suma global de estos envíos de dinero a sus familias en México.