Coordenadas Políticas – Macario Lozano – Educación preescolar y violencia de género

404
0

COORDENADAS POLÍTICAS
MACARIO LOZANO R.
EDUCACIÓN DE NIÑOS EN EL RESPETO A MUJERES,
DESDE EL KINDER, PARA ABATIR EL MALTRATO

El de la violencia contra las mujeres es un problema de siglos, pero ahora se acentuó por la conjugación de una serie de factores negativos, como la pobreza, el desempleo, las ocupaciones mal pagadas, las adicciones de los hombres al alcohol y diversas drogas, la pérdida de valores como el respeto, la comprensión, solidaridad y generosidad, más las fallas del sistema educativo, desentendido de la formación integral de los alumnos.
La inseguridad pública expresada en una violencia general no vista desde los tiempos de la Revolución afecta más ahora a las mujeres en sus diversas formas: asaltos, robos, asesinatos atroces. Son inducidas u obligadas a delinquir, con lo cual la exponen a sufrir la muerte, desaparición o cárcel, sin la menor consideración.
La violencia e inseguridad agravian a las féminas en forma directa, pero igualmente de manera indirecta, en su condición de madres, esposas, hijas, hermanas, novias y amigas de las víctimas de esa problemática. Por ello no es casual que el INEGI encuentre en las mujeres el mayor índice de miedo y percepción de inseguridad pública.
En los hogares la insuficiencia o falta de ingresos (la pobreza, pues) daña más directamente a las mujeres que a los hombres, porque son quienes se angustia ante la imposibilidad de poder comprar alientos para alimentar a los hijos y para mandarlos o llevarlos a las escuelas.
La discriminación de la mujer en todas las actividades es otro de los problemas, pero el más grave es el de las agresiones físicas y verbales, con los casos extremos de los feminicidios, fenómeno en el cual, desafortunadamente, el Estado de México ocupa uno de los primeros lugares a escala nacional.
La violencia específica de los hombres a sus parejas e intrafamiliar reviste también el abandono, especialmente cuando son embarazadas. Y más si son jóvenes y de familias de escasos ingresos, porque a la decepción sentimental agregan la cancelación de las posibilidades de la superación personal mediante la formación académica, del acceso a empleos mal pagados y la condena a batallar para su sobrevivencia y la de la criatura.
La situación es grave, mucho más allá de lo que se considera acoso político y discriminación política, que no deberían existir, pero que no alcanza la dimensión de lo enumerado, porque no es lo mismo la circunstancia de una adolescente con un hijo sin tener dinero para alimentarse, que la de una mujer discriminada porque en lugar de gobernadora es senadora y en vez de senadora es diputada federal.
Dentro de este escenario preocupante, es saludable que el problema se haya visibilizado y las instituciones estén buscándole solución con acciones legislativas y administrativas, pero la solución de fondo se logrará cuando desde el sistema educativo y el interior de las familias se arraigue en los pequeños el sentido del respeto, la solidaridad, el apoyo y la comprensión hacía las mujeres.

Artículo anteriorAlistan Camioneros Nuevo Golpe a Hogares Mexiquenses
Artículo siguienteGoogle presenta STADIA