*Generalmente son motocicletas robadas, que abandonan después de ejecuciones.
De la redacción
(Segunda parte)
Poco después de las 14 horas del día primero de febrero dos jóvenes llegaron a un conocido lote de autos usados, ubicado en la Avenida José María Pino Suárez, frente a la colonia Hípico, municipio de Metepec. Si mediar palabras dispararon y dieron muerte a dos personas, para luego huir.
Este caso puso de manifiesto una vez más el extendido uso de estos vehículos de dos llantas para delinquir en el Estado de México, tanto en la Zona Metropolitana de Toluca como en la del Valle de México, de acuerdo con un análisis a información relacionadas con la incidencia delictiva.
Casi siempre se trata de motocicletas robadas, con dos jóvenes abordo, por lo que después de cometer delitos de alto impacto son abandonadas, lo cual no ocurre cuando son utilizadas para perpetrar robos comunes: simplemente las esconden mientras se calman las cosas.
Este tipo de vehículos es usado en los asaltos a cuentahabientes de bancos, a transeúntes, robos a tiendas de conveniencia y “halconeo”, entre otros hechos criminales, además de ejecuciones como la señalada al principio.
La facilidad para desplazarse en calles con congestionamiento vehicular permite a los delincuentes huir de la policía y perderse en las colonias, sin ser detenidos, como ocurre desde hace unos años, pero más en los dos últimos.
Autoridades han intentado medidas para identificar a las motocicletas sospechosas de ser destinadas a cometer delitos, pero organizaciones de motociclistas se han opuesto a ello, inclusive con manifestaciones, como ha ocurrido frente al Palacio Legislativo.
Por las mismas características de estas unidades no es fácil identificar las placas, que son pequeñas, por ello aun cuando tengan reporte de robo no resulta sencillo ubicarlas; y menos por la versatilidad para desplazarse entre los coches, camionetas y autobuses, pero urge encontrarle solución a este problema que agrava los niveles de inseguridad.