Buena noticia para los asalariados ha sido la reforma anunciada a la Ley del Infonavit para que reciban directamente los créditos para vivienda, con la libertad de emplear el dinero en la compra de lotes y construir las casas a su gusto, ya no en el lugar donde deciden las inmobiliarias, ni de las dimensiones reducidas que imponen bancos y constructoras.
Además, tipo de viviendas y materiales serán diferentes, según las características de cada ciudad o región del país y podrán edificar por el método de autoconstrucción, con asesoría técnica.
Es probable que esto irrite a las empresas que monopolizaban la construcción y comercialización de casas del INFONAVIT, y que lancen campañas de desprestigio contra el gobierno de López Obrador porque se afectarán sus poderosos y muy rentables intereses.