*Los cambios legales tienen un especial enfoque en evitar la depredación de la riqueza forestal.
De la redacción
Los depredadores de la riqueza forestal mexiquense serán severamente castigados, al endurecer la representación popular mexiquense las penas de carceles por las diversas modalidades de esta conducta delictiva. Si concurren todas ellas, las sentencias condnnatorias de prisión podrían sumar hasta 110 años de prisión.
Estos cambios a la legislación penal en su parte aplicable a los delitos ambientales fueron aprobados a iniciativa de la gobernadora Delfina Gómez Álvarez y, por separado, del PVEM, cuyos objetivos estratégicos son los de disuadir y reducir los delitos contra los bosques del Estado de México, depredados especialmente por taladores clandestinos, inclusive por la delincuencia organizada.
Por esa razón precisamente, se aprobó que se agreguen penas de prisión de entre 15 y 25 años de cárcel y multa de entre dos mil y 3 mil 500 días (UMA) a quienes talen árbols árboles de las áreas naturales protegidas y se use violencia y amenazas con armas de fuego, como ocurre en la zona limítrofe con Morelos y en los volcanes del oriente.
Los castigos serán severos para quien sin autorización de las autoridades competentes realice, auxilie, coopere, consienta o participe en la transportación, almacenamiento, distribución, procesamiento, comercialización o destrucción de productos de los montes o bosques, sin importar el régimen de propiedad; es decir, puede seren ejidos, bienes comunales, propiedad privada o terrenos nacionales.
Sólo por estas conductas delictivas la reforma al Código Penal se castigará con entre 10 y 20 años de prisión y con una multa de entre mil y mil 500 días. La tala clandestina será castigada con severidad y sus autores terminaran en la cárcel, además de que también se encarcelará a autores intelectuales, instigadores, a quienes obtengan lucro indebido, a quienes controlen e inciten a menores y adultos mayores a a cometer delitos ambientales. Las penas de cárcel irán de 15 a 25 años de prisión y multa equivalente a entre dos mil y 3 mil 500 días.
Los bosques mexiquenses han sufrido una devastación constante por la tala irracional, tanto la clandestina como la autorizada; sobre todo, porque ésta muchas veces obtiene permiso para talar árboles plagados, pero derriba y aprovecha especies sanas, además deque excede los volúmenes de madera autorizada a extraer.
Las consecuencias de la deforestación son graves en donde se presenten, pero lo son mucho ás en el territorio mexiquense, porque los efectos perjudican a una población 27 millones de personas asentadas en los valles de México y de Toluca, más la de la Ciudad de México.