*Robert Francis Prevost hizo su carrera misionera en región pobre de Perú.
De la redacción
Se necesitaron sólo dos días el cónclave con los 133 cardenales de 70 países representando los cinco continentes y apenas cuatro votaciones para que el cardenal Robert Francis Prevost ganara el trono de Pedro, donde sucedió al Papa Francisco, fallecido el 21 de abril.
Tan pronto fue anunciado su nombre como nuevo líder de la Iglesia Católica, adoptó el nombre de León XIV y salió al balcón principal de la Capilla Sixtina, para dirigir su primer mensaje a los más de mil 400 católicos del mundo y a todo el planeta, en la misma línea progresista de su inmediato antecesor.
Dio a conocer que lucha por la paz del mudo, por tender puentes y privilegiar el diálogo entre todos, acercarse y atender a los grupos más vulnerables; es decir, los mismos principios que sustentaron el papado de Francisco.
Insistió mucho en la paz, la extensión de la fe católica en el mundo, la defensa del medio ambiente. Pobreza y deterioro ambiental son problemas que conoce muy bien, porque nació y vivió varios años en un barrio obrero de Chicago, y su mayor parte como misionero la desarrollo en la Diócesis de Chiclayo, ubicada en la empobrecida región norte de Perú, donde se nacionalizó en el 2015.
Su origen estadounidense, en un tiempo en que el presidente Donald Trump ha enemistado a ese país con todas las naciones, les parecía a quienes no conocen la dinámica de los cardenales del mundo, que era un obstáculo insalvable para ganar la elección. Muchos presuntos especialistas “altamente calificados” en los temas del Vaticano compartían el argumento.
La mayoría ignoraba que Prevost estuvo a cargo del órgano del Vaticano que se encarga de los obispos católicos de la mitad del mundo, quienes ahora son cardenales, como él lo era desde apenas hace dos años, nombrado por el Papa Francisco.
De 69 años (cumplirá 70 el 14 de septiembre), el Papa León XIV, de la orden de los agustinos, matemático y gran teólogo, definió su posición religiosa, precisamente, al adoptar el nombre de un Papa que en su tiempo desafió a la jerarquía conservadora de la Iglesia Católica mundial y expuso los problemas derivados de la pobreza en el mundo, como lo haría después el Papa Francisco.
Es más latinoamericano que estadounidense, lo cual ignoraban u olvidaban quienes no ubicaban al cardenal Robert Francis Prevost como cercano a la posición social de su inmediato antecesor, quien designó también al 80 por ciento de quienes participaron en el cónclave, lo cual favoreció su elección en tan corto tiempo y con sólo 4 votaciones. No hay antecedentes, que se recuerden, de un misionero que alcanzara la posición de guía del catolicismo mundial, como lo consiguió León XIV.
Los cardenales conservadores fracasaron en su intento de convertir en Papa a uno de los suyos, pero lucharon para lograr esa meta. No deseaban un Papa con alta sensibilidad social y buscaban la restauración de los lujos y ostentación
León XIV enfrentará los retos de la pérdida de fieles del catolicismo, el empobrecimiento de las mayorías en el mundo, las guerras entre países, la insensibilidad social de muchos gobiernos y el cambio climático.
Donald Trump y la presidenta peruana, la golpista Dina Boluarte, quisieron aprovechar la elección del nuevo Papa, pero el catolicismo mundial sabe bien que ambos representan valores contrarios a los de León XIV, al igual que del Papa Francisco, en su momento.