*La perredista de Copala, Guerrero, amenazó al opositor para que no fuera candidato a alcalde.
De la redacción
La alcaldesa perredista de Copala, Guerrero, Guadalupe García Villalba, es investigada por la muerte del dirigente local del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), Jesús González Ríos, privado de su libertad el miércoles 28 de junio, cuyo cuerpo sin vida fue encontrado al día siguiente en territorio del vecino municipio de Florencia Villareal.
A mediados del mes, la víctima grabó y difundió un video, en el cual denunció que un grupo criminal lo amenazó de muerte a nombre de la presidenta municipal, de extracción perredista, y sostuvo que si algo le pasaba a él o a su familia, la culpable sería Guadalupe García Villalba.
Reconoció que tenía mucho temor; sobre todo, ante el riesgo de que el grupo criminal, por órdenes de la alcaldesa, agrediera a su familia, como se lo dijeron cuando lo amenzaron.
González Ríos buscaba ser candidato a presidente municipal por la alianza de su partido con Morena y el PT, con grandes posibilidades de triunfar, y la alcaldesa perredista le había advertido que sería ejecutado si no renunciaba a esa aspiración.
En el video fue enfático en que García Villalba quiere heredar el cargo a otro cuadro del PRD y que dispone de un grupo criminal fuertemente armado, capaz de asesinar, como justamente le ocurrió a él, por lo cual la gobernante municipal es investigada por la Fiscalía General de Justicia guerrerense, precisamente, por sus amenazas.
La presidenta municipal de Copala, municipio de la Costa Chica, rechazó haber ordenado la muerte del dirigente local del PVEM y anticipó que colaborará con las investigaciones, en las cuales ella aparece como la principal sospechosa de lo ocurrido.
EL PRD, VINCULADO CON DELINCUENCIA
El dirigente nacional del PRD, Jesús Zambrano, acusa a Morena de tener vínculos con la delincuencia organizada, pero en Guerrero son sus gobernantes municipales los señalados de proteger o formar parte de grupos criminales.
García Villalba es la segunda señalada en este sentido, pues en octubre del año pasado se descubrió que el alcalde de San Miguel Totolapan, municipio guerrerense, estaba vinculado con la Familia Michoacana, cuyo dirigente, conocido como “Fresita”, vivía a todo lujo a media cuadra del Palacio Municipal.
El caso fue descubierto cuando el presidente municipal, Conrado Mendoza Almeda y su padre y ex alcalde, Juan Mendoza, fueron asesinados junto con otras 18 personas, por La Familia Michoacana.