COORDENADAS POLÍTICAS
MACARIO LOZANO R.
QUEDÓ LIMPIO EL ZÓCALO, PERO LA CNTE SE DESPRESTIGIÓ
CON SU HUELGA, QUE OCASIONÓ GRAVES DAÑOS AL PUEBLO
El Zócalo capitalino luce limpio, después del levantamiento del “plantón” efectuado en el sitio por la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) durante más de 20 días. Las autoridades de la Ciudad de México recogieron más de 30 toneladas de basura dejada por los miles de maestros y maestras, y limpiaron también las calles convergentes al lugar.
Entre hoy y mañana los profesores y profesoras paristas deben reanudar actividades, y lo harán en medio de un gran desprestigio que se construyeron en la urbe capitalina, donde en el pasado obtuvieron simpatías a sus luchas y hasta adquirieron una aura de valentía, entendible porque se oponían a gobiernos antipopulares y corruptos, tanto del PRI como del PAN. Ahora fue distinto fundamentalmente por dos factores: sus demandas eran irracionales e inviables y confrontarse hasta con violencia con autoridades de gran respaldo popular.
Otro componente que contribuyó al rechazo social a sus posiciones fue el de los daños ocasionados a cientos de miles de capitalinos con sus plantones, que efectuaban en las vialidades más transitadas, con el consiguiente retardo o no llegada de trabajadores a sus centros de trabajo o de los estudiantes a sus escuelas y hasta ae las amas de casas que hacen compras, en una situación que no podía más que generar irritación con los miembros de la CNTE.
Si en lo estrictamente educativo hubo pérdidas para un millón 200 mil alumnos; en lo económico también fue grave, con pérdidas por 30 mil millones de pesos al comercio de gran parte del centro de la capital del país. En conjunto todos estos factores se tradujeron en rechazo generalizado; sobre todo, a la violencia que ejercieron en las secretarías de Gobernación y Bienestar Social, más el incendio en la sede nacional del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), ubicada a una corta distancia de Palacio Nacional.
La CNTE pertenece a esa organización gremial, pero es grupo disidente y ha ganado algunas de las 58 secciones del SNTE. Por lo tanto, el inmueble incendiado también es su patrimonio, por lo cual la dirigencia presentó denuncia penal contra los responsables de los destrozos por la violencia y las llamas, que constituyen delito, de lo que al parecer los grupos más radicales ni siquiera se percataron o deliberadamente planearon todo en una estrategia de provocación.
También fue delito bloquear vías de comunicación y el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), aunque en estos casos, como en los destrozos a dos secretarías de Estado no se levantaron actas penales, inclusive la propia presidenta Claudia Sheinbaum Pardo públicamente anunció que no habría represión, y ello alentó a los segmentos más radicales de la de por sí radicalizada organización magisterial disidente.
No lograron -como no podían lograrlo- el incremento salarial del ciento por ciento como lo demandaban dentro de un plan para que, al ser rechazada la exigencia, pudieran sostener que el gobierno actual es igual a los anteriores neoliberales. Y, por si todo esto fuera poco, amenazaron con impedir la elección del Poder Judicial, otro delito grave y de alto impacto social. Reflexionaron y se dieron cuenta de que estaban abusando de la tolerancia gubernamental, que resistió las presiones de organizaciones empresariales y del poder fáctico mediático que pedía aplicar estrictamente las leyes.
Otra demanda irracional que plantearon fue la abrogación de la reforma laboral del 2007 de Felipe Calderón Hijnojosa, que privatizó las pensiones de los servidores públicos federales, como en 1997 lo hizo Ernesto Zedillo Ponce de León, pero con las pensiones de los trabajadores del sector privado, y que igualmente fue desastrosa para los intereses de éstos. Hace 18 años la CNTE ya existía; sin embargo, nada hizo para impedir la aprobación de esa reforma que ahora exige que la abrogue la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, a pesar de que la mandataria morenista les ofreció que tendrán pensiones mayores a las que hubieran tenido con el sistema pensionario que privatizó el presidente panista Calderón Hinojosa.
La CNTE amenazó con volver en septiembre, porque considera que el aumento del 10 por ciento es insuficiente, cuando sin reflexionar no se dan cuenta que la inflación es del cuatro por ciento, y que la mejora salarial más que duplica este porcentaje. En estos momentos la disidencia magisterial tiene el menor nivel de apoyo y el mayor rechazo social de sus más de 40 años de fundada. En la Ciudad de México ese rechazó llegó al 85 por ciento.